Avutarda, sisón, calandria, ganga ortega o cogujada común son algunas de las 48 especies diferentes de aves ligadas a la estepa cerealista de la Mesa de Ocaña, un extenso páramo elevado a más 100 metros sobre el río Tajo en el que, durante siglos, los hábitats agrarios tradicionales han coexistido con la avifauna esteparia.
Sin embargo, la intensificación de las prácticas agrarias, con la pérdida de barbechos y cultivos de legumbres, el avance del regadío, la introducción de cereales de ciclo corto o el uso de agroquímicos, han provocado la destrucción de ambientes compatibles con estas aves y de la biodiversidad asociada a sus hábitats.
Para favorecer la conservación y el desarrollo de estas especies, algunas de ellas gravemente amenazadas, Naturgy va a poner en marcha en Ocaña una medida agroambiental asociada a la construcción de una nueva planta solar en este término municipal, en línea con la política de preservación del entorno donde desarrolla sus proyectos.
Imagen de la planta fotovoltaica que la compañía gestiona en el Capio de Tajo de 50 MW.Así, implantará un plan de rotación de cultivos, limitación del calendario de labores y minimización de agroquímicos, con el fin de aumentar la heterogeneidad del paisaje a través de barbechos viejos, el cultivo de las leguminosas, el empleo de cereales de ciclo largo -que no se cosecharán para favorecer la alimentación de las aves- y la creación de linderos de vegetación natural. Todo ello redundará también en el fomento de polinizadores y otros insectos.
Con esta solución colaborativa, la energética incentivará además la agricultura sostenible a través de buenas prácticas agrarias como el mantenimiento de barbechos tradicionales, que se ha demostrado que es una de las medidas más efectivas de conservación de estas especies, frente a los barbechos blancos, en los que la tierra se deja desprovista de cobertura.
Estas herramientas agronómicas, que se implantarán en unas 25 hectáreas de terrenos de labor de secano, favorecerán la recuperación de hábitats más adecuados a las necesidades de las aves esteparias de la zona. La medida, que está incluida en la Declaración de Impacto Ambiental de la PSFV Ocaña, prohíbe también prácticas como el uso de maquinaria durante la noche, el uso de herbicidas en barbechos o la entrada de ganado a las parcelas durante la época de nidificación.
máximo respeto ambiental. Naturgy apuesta con firmeza por el impulso del desarrollo sostenible para el conjunto de la sociedad, garantizando el suministro de energía competitiva, segura y obtenida con el máximo respeto al medio ambiente. A nivel global, la compañía está comprometida con la conservación de la biodiversidad, el capital natural y el patrimonio cultural en los entornos de sus instalaciones. En 2022, la compañía llevó a cabo 345 iniciativas de biodiversidad, el 20% de carácter voluntario, así como actuaciones de restauración ambiental en 50 hectáreas, de las que más del 30% corresponde a espacios, hábitats o especies protegidas.
En Ocaña, la compañía tiene previsto iniciar este año la construcción de una nueva planta fotovoltaica de 50 MW, reforzando así su compromiso con la transición energética en Castilla-La Mancha, donde actualmente opera más de 1.000 MW eólicos, fotovoltaicos e hidráulicos en 26 instalaciones.
Ocaña será la tercera planta fotovoltaica de Naturgy en la provincia de Toledo y la octava en la región. Actualmente, la compañía opera en esta provincia Toledo PV, de 1MW, la central solar más antigua de Europa, y Carpio de Tajo (El Carpio de Tajo) de 50 MW; en Ciudad Real cuenta con otras cuatro plantas más de 50 MW cada una, el complejo Picón I, Picón II y Picón III (Porzuna) y La Nava (Puertollano-Almodóvar del Campo), y en Guadalajara puso en funcionamiento el año pasado Canredondo (Canredondo).
Naturgy prevé rotar cultivos y reducir el uso de agroquímicos para cuidar la avifauna