Ciudad de Vascos: crónica del esperpento

J.Moreno
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Las obras del nuevo aula de interpretación finalizarán en breve tras más de 300.000 euros de inversión, pero sin contenido. Faltan producciones audiovisuales y restos arqueológicos

Parte de las numerosas pantallas instaladas en el aula de interpretación de Ciudad de Vascos.

El pantalán del Club Náutico de Ribadeo (Lugo) alberga una pieza de colección. Se trata de la embarcación más grande del abanico de construcciones atracadas. El nombre 'Río Uso' y el escudo de la Diputación Provincial de Toledo identifican plenamente la pertenencia pública. Los más de 3.000 días transcurridos ya desde su adquisición sin uso alguno ha despertado una mezcla de indignación y hazmerreír entre los españoles. El sainete amenaza con un nuevo capítulo.

El alcalde de Navalmoralejo, Juan Carlos Cabello, explicó ayer a este diario que las obras del nuevo aula de interpretación (nombre oficial) finalizarán en breve. Sólo unos días después de la fecha, en principio, límite: el 31 de diciembre. La inversión de unos 350.000 euros entre la aportación municipal procedente de los Planes Provinciales (unos 100.000 euros) y la de la Diputación nacida de fondos europeos ha servido para lustrar las viejas dependencias.

Hasta ahí todo fetén. Pero el aula de interpretación de 'Ciudad de Vascos', el extraordinario asentamiento musulmán de más de 1.000 años de antigüedad, está vacía de contenido. Hay pantallas, bastantes, pero sin producción audiovisual alguna. Hay huecos para los restos arqueológicos prometidos, pero sin pieza alguna cedida por el Museo de Santa Cruz de Toledo. Tampoco hay rastro de la promisión de un guía que acompañe a los grupos desde estas dependencias en el centro de Navalmoralejo hasta la finca 'Las Cucañas', de propiedad privada y a ocho kilómetros de distancia. Allí aguardan unas murallas y una alcazaba imponentes. Y un río Tajo mutilado pero abracadabrante.

Vitrinas vacías en las dependencias cuyas obras terminarán en breve.Vitrinas vacías en las dependencias cuyas obras terminarán en breve.El alcalde, socialista, remitió a la presidenta de la Diputación, la 'popular' Concepción Cedillo, un escrito sobre las incertidumbres. Ni vídeos programados ni restos arqueológicos ni guías que gestionen el cotarro. Fue hace dos meses. Ni una contestación.

Cabello tampoco puede precisar el alcance del acuerdo entre su antecesor y compañero de partido, Francisco Javier Pulido, y el equipo socialista que mandó en la Diputación en la anterior legislatura. Asegura que sí hubo un acuerdo verbal para dotar de contenido a esos 350.000 euros invertidos entre la administración local y provincial.

Pero ha llegado 2024 y parece que se avecina un nuevo capítulo del pimpampum entre PP y PSOE. El gobierno del PP compró el barco por 344.850 euros para transportar a los visitantes desde un centro de interpretación construido ex profeso hasta un embarcadero, también ex profeso, a los pies del yacimiento.

Los 'populares' invirtieron casi dos millones de euros en un proyecto al que el PSOE no vio viabilidad alguna porque el agua del río Huso, afluente del Tajo, es innavegable por sentencia judicial.

Las construcciones (esos dos millones de euros) han quedado arruinadas por casi una década de abandono. El barco ha pasado por diez subastas y una rebaja sustancial sin que haya aparecido un comprador. Y sigue ahí en el pantalán del Club Náutico de Ribadeo, con el pago anual a tocateja de la Diputación de más de 4.000 euros por las molestias.

Por su parte, el PSOE optó, ocho años después, por dar un lavado total al centro utilizado hasta entonces para explicar de una manera rudimentaria el fantástico yacimiento jareño. Las obras comenzaron a mediados de septiembre de 2023 y finalizarán en breve. Pero el horizonte continúa incierto, sin un proyecto cerrado a cal y canto para que 'Ciudad de Vascos' alcance la dimensión turística merecida.

Mientras, toledanos y visitantes de otras provincias que quieran recorrer este desconocidísimo asentamiento deben recurrir a su ingenio para entrar en 'Las Cucañas'. Por suerte, el buscador 'Google' ha incorporado por fin la entrada correcta. Pero no hay ni una señal en la carretera para el desvío hacia un camino que hace fruncir el ceño a cualquiera pese a la recompensa final de 'Ciudad de Vascos'.