Sistema linfático, el gran desconocido

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Esta red, que está formada por órganos, así como por ganglios, conductos y vasos, produce y transporta desde los tejidos hasta el torrente sanguíneo un líquido transparente llamado linfa

Sistema linfático, el gran desconocido

El sistema linfático es un gran desconocido para la población general pese a que cumple con importantes funciones. Realmente nadie es consciente de dónde está y de cómo se distribuye por el cuerpo, cuando por ejemplo consta de varios kilómetros y llega a drenar hasta tres litros diarios de líquido.

«Tiene tres que son fundamentales: recoge parte del líquido presente entre las células, como un sistema de desagüe; forma parte de la vascularización de los capilares intestinales y es parte esencial en la absorción de macronutrientes, sobre todo de moléculas de grasa de gran tamaño; aparte de participar de los procesos de maduración y de movilidad de las células inmunitarias de defensa, los linfocitos», explica José María Galván, médico adjunto de Medicina Interna del Hospital Universitario de La Princesa de Madrid.

Concretamente, describe este especialista, es un conjunto de conductos y de estaciones intermedias distribuidas por el cuerpo, por donde circula la linfa. «A los conductos se les denomina vasos linfáticos y a las estaciones intermedias ganglios linfáticos. Algunas de estas estaciones intermedias tienen forma y denominación especial, como son las amígdalas (las anginas en la garganta, o las vegetaciones por dentro de la nariz), o el bazo», detalla.

Recorre todo el cuerpo paralelo al sistema venoso, según prosigue este especialista, y cita que las piernas, el abdomen y la mayor parte del tórax y del brazo izquierdo acaban en la vena subclavia, por encima de la clavícula, en el llamado conducto torácico; mientras, señala que el brazo y la mama derecha acaban directamente en la arteria subclavia izquierda, reunidos en el conducto linfático derecho.

«Es un sistema muy extenso gracias al gran número de capilares que lo integran. La producción de linfa también es alta, de más de tres litros en los adultos», sostiene el también investigador posdoctoral en el Instituto de Investigación Sanitaria del H.U. de La Princesa (IIS-IP).

Este experto en Medicina Interna reseña que se trata de un sistema auxiliar del sistema venoso, pues ayuda a recuperar parte del líquido fuera de los capilares sanguíneos: «Es un sistema incompleto (no participa en la circulación del sistema nervioso central, por ejemplo), y no tiene un sistema de propulsión como la circulación arterial (el corazón)».

En cuanto a la linfa, este doctor menciona que se trata de un líquido transparente blanquecino, «muy diferente a la sangre», pues no contiene glóbulos rojos ni plaquetas, ni tiene la misma composición de nutrientes que el plasma sanguíneo. «Se conforma con el líquido que escapa de los capilares sanguíneos y aumenta su contenido en nutrientes cuando pasa por la circulación intestinal. En ese punto la linfa se denomina quilo», apunta.

Inflamación

En cuanto a las enfermedades que pueden afectar al sistema linfático, el especialista remarca que los ganglios linfáticos a veces se inflaman porque aumenta el número y la activación de los linfocitos que se localizan o migran allí. 

«Los ganglios son un lugar de maduración muy importante, donde se produce la multiplicación de los clones de linfocitos que se necesitan para desarrollar la respuesta inmune. Esto puede suceder en el contexto de una infección (por eso aumentan los ganglios del cuello en las anginas, por ejemplo), también en enfermedades autoinmunes (donde el cuerpo lucha contra componentes propios del cuerpo), o por invasión de un proceso tumoral», apunta.

En el caso de la infección, el doctor Galván sostiene que la inflamación de ganglios solo nos está hablando de activación inmunitaria, y lo habitual es que vuelven a desinflamarse cuando se resuelva la enfermedad.

«Pero también puede haber un aumento de clones de linfocitos sin estímulo, por fallo en el sistema de multiplicación. Cuando estos clones, más o menos maduros, se replican una y otra vez de forma autónoma, hablamos de una enfermedad de la sangre, el linfoma. Por eso uno de los primeros síntomas de esta enfermedad puede ser la autopalpación de ganglios en el cuello, la axila, u otras localizaciones», mantiene.

Sobre las enfermedades que pueden surgir por un fallo de este sistema, el doctor  Galván indica que las principales patologías del sistema linfático se pueden explicar como fallos en sus funciones principales, de manera que si se interrumpe la circulación linfática en una pierna, por ejemplo, puede suceder que no se absorba suficientemente el líquido intercelular de ese territorio, acumulándose en su parte más baja.  

«De esta forma aparece un tipo especial de edema, el linfedema, que se diferencia de otros edemas en que el aumento de volumen de la extremidad es duro, sin dejar marca al apretar con el dedo», agrega.

Otro problema, según continúa, es la obstrucción del conducto torácico, un gran conducto de drenaje de la linfa una vez ha pasado por el intestino.