El CD Toledo no ha tenido más remedio que renunciar a competir en una de las categorías para las que se había ganado el ascenso sobre el terreno de juego la pasada temporada. El cuadro verde juvenil que dirige Juanvi Arias y que se adjudicó la plaza para pelear en División de Honor, el máximo escalón nacional para los futbolistas de esta edad, no podrá cumplir su sueño este ejercicio.

La razón ha sido la decisión de la Real Federación Española de Fútbol de encuadrar al CD Toledo en el grupo valenciano, el séptimo, obligándole a realizar múltiples y costosos desplazamientos para poder competir con ciertas garantías. Además de provocar un incremento sensible en el presupuesto para el presente curso, también ha pesado el factor de que los equipos que militan en la zona de levante resultan menos atractivos que los de la comunidad vecina. En especial, que el Real Madrid o el Atlético.

El propio presidente del club, Fernando Collado, reconoció que «sabíamos desde hace unos días la decisión de mandarnos al grupo valenciano, razón por la que presentamos alegaciones». Sin embargo, admite que la determinación «estaba tomada».

Ante este escenario, el máximo mandatario verde no esconde que «se trata de una decisión difícil, pero no nos queda más remedio que renunciar a esta categoría, porque de lo contrario se puede comprometer la viabilidad del presupuesto». Se trata de «una pena», a su juicio, porque de haber competido en Madrid «no se hubiera renunciado».

Y es que el incremento resulta notable, puesto que en el Grupo V, el que engloba a la mayor parte de los equipos de la comunidad de Madrid, han quedado enmarcados diez madrileños (Real Madrid, Atlético de Madrid, Getafe, Alcorcón, Leganés, Adarve, Majadahonda, Alcalá y Alcobendas), tres castellanoleoneses (Valladolid, Puente Castro y UD Sur) y otros tantos extremeños (Flecha Negra, Plasencia y Colegio Diocesano).

En total, seis viajes a lo sumo más allá de la Comunidad de Madrid que implican un gasto aproximado de unos 5.000 euros, nada que ver con el desembolso que supone cubrir todos los desplazamientos que implica jugar con los valencianos, puesto que en la mayor parte de ellos es necesario alojarse en un hotel para competir con garantías.

Y es que, el grupo que le había tocado en suerte al CD Toledo estaba formado por diez valencianos (Valencia, Levante UD, Villarreal, Huracán, Torre Levante, Elche, Hércules, Tavernes Blanques, Roda y Alboraya), tres murcianos (Cartagena, Murcia y Lorquí), el Atlético Madrileño, el Albacete y ahora, en lugar de los verdes, el Guadalajara, que ha cogido la plaza que dejan los capitalinos.

Se calculan al menos once viajes que no pueden realizarse en el día y que implican un desembolso superior a los 25.000 euros, una cuantía excesiva que, sólo en la partida de desplazamientos, supone un gasto mayor que el del primer equipo en Segunda B.

El CD Toledo, por tanto, se ha encontrado en un callejón sin salida, puesto que no se le ha permitido ‘heredar’ la plaza que ha dejado la UD Talavera entre los madrileños, teniendo que ocupar la del Ciudad Real con los valencianos.

De esta renuncia no se desprende la posibilidad de que pueda haber alguna sanción para el club en caso de ascenso en el futuro. Al mismo tiempo, está prácticamente confirmado que el Juvenil, ahora en la Liga Nacional, jugará sus encuentros en el Polígono como estaba previsto.