Jorge se presentó ayer en la Audiencia Provincial con unas muletas. La camisa de manga larga tapaba parte de sus tatuajes, pero dejaba al aire los del dorso de las manos. Sentado en el primer banco del público de la sección primera de la Audiencia Provincial aguardaba a dar el visto bueno a la conformidad alcanzada entre las partes. Con sólo un hilo de voz, se reconoció después culpable del delito de estafa en la compraventa de una casa en Herreruela de Oropesa, penado en este caso con un año de prisión para este hombre que arrastraba ya antecedentes penales.
A su lado, se sentaba Laura, a quien la Fiscalía retiró la acusación inicial del mismo delito de estafa porque desconocía la maniobra de quien era su esposo en 2017. La acusación particular, que representa a una familia de Herreruela de Oropesa, mantiene que infringió la ley, pero que está exenta de responsabilidad penal.
Laura está vinculada familiarmente al pequeño municipio de Herreruela de Oropesa, orillado junto a la A-5 y cerca del límite con la provincia de Cáceres. El 17 de febrero de 2017, una familia del pueblo vendió en escritura pública a Jorge y Laura por 70.000 euros el inmueble heredado de una pariente fallecida.
El reconocimiento de Jorge de la culpabilidad sustenta la acusación de la Fiscalía de que hizo creer a la familia vendedora y al notario que había transferido esos 70.000 euros a la cuenta.
Los herederos de la casa consintieron en firmar la escritura y en entregar las llaves del inmueble a Jorge y a Laura. «No lo habrían hecho si hubieran sabido que la transferencia no se había ejecutado ni se iba a ejecutar por falta de fondos en la cuenta de cargo, de lo que sólo después se percataron», señala la Fiscalía en la acusación.
Jorge ha retenido durante estos años las llaves del inmueble, que mantuvo en su poder y posesión sin un mínimo matenimiento, según el escrito de acusación firmado en agosto de 2020.
La familia heredera, que estuvo presente ayer en la Audiencia Provincial, ha visto el deterioro acumulado de la casa durante el transcurso de estos siete años, convertida en un palomar tras la rotura de una ventana. Nunca hubo moradores desde esa escritura pública en 2017 ni quedó inscrita finalmente con un cambio de titular en el registro de la propiedad.
Por ello, la acusación particular pide a Jorge y Laura el abono de 8.000 euros como indemnización solidaria para hacer frente a la reparación de los daños en la casa de Herreruela de Oropesa.
Durante siete años, esta familia no ha podido disfrutar de la casa ni vender el inmueble, localizado en el núcleo urbano de Herreruela de Oropesa, pero ha quedado ahora restituida la propiedad de la herencia familiar.