Otero Novas alerta del fin del régimen vigente por la amnistía

Á. de la Paz
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El exministro de Presidencia y Educación bajo la presidencia de Adolfo Suárez participa en una conferencia en Toledo en la que advierte de una propuesta que «aboca a un camino malo»

La conferencia de Otero Novas se celebró en el restaurante Venta de Aires de Toledo. - Foto: La Tribuna

El exministro José Manuel Otero Novas aportó su visión contraria sobre la ley de amnistía que el grupo parlamentario socialista presentó la semana pasada en el Congreso de los Diputados en una conferencia organizada por el capítulo de Toledo de la Asociación Católica de Propagandistas (ACdP). El evento congregó a un centenar de personas, entre ellos David Moreno, responsable regional de Vox, Daniel Arias, vicepresidente de la Diputación, y diferentes representantes eclesiásticos y de los ámbitos empresarial y judicial.

El proyecto planteado fue definido por Otero Novas como «inconstitucional», un hecho que, sin embargo, no ha impedido que haya germinado en una proposición de ley que se tramitará en breve y de la que depende el futuro inmediato del nuevo Gobierno. «La realidad es que la gente del poder piensa que es constitucional y lo va a aprobar», asegura quien ocupara las carteras de Presidencia y Educación bajo el mandato de Adolfo Suárez.

«Probablemente llegará al Boletín Oficial del Estado y se aprobará» lamentó el jurista gallego. «El plan de la amnistía significa una cesión a la exigencia de gentes que  lo que quieren es la separación de España». La posibilidad de que la norma entre en vigor «nos aboca a un camino tremandamente malo: vamos a la desaparición del régimen político que tenemos si Dios no lo remedia».

La medida con que Pedro Sánchez ha obtenido la reedición de su Gobierno abre un escenario de incertidumbre por la concomitancia entre los diferentes poderes del Estado que Otero Novas denuncia. El ponente citó al filósofo inglés John Locke en su invocación «al cielo», y aunque aseguró que «puede haber soluciones en la tierra» mostró su desconfianza por el veredicto que el Tribunal Constitucional puede hacer sobre el proyecto cuando se materialice en ley. 

«Lo que nos queda es el rechazo, unas muestras que deseamos pacíficas y que hay que mantener».