Los empresarios piden políticas «proempresa no hostigamiento»

Galán
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El presidente de la Cámara España, José Luis Bonet, mostró ayer en Toledo su desconfianza ante una parte del Ejecutivo nacional. Prevé un futuro complicado en la economía española si no se incentiva a las empresas

José Luis Bonet, presidente de la Cámara de Comercio de España.

La situación política del país es tan compleja que cualquier opinión es buena para complementar una radiografía completa. Como el que añade un ingrediente más a su ensalada casera. En el día de ayer, Toledo y más concretamente la Academia de Gastronomía de Castilla-La Mancha acogió la visita de José Luis Bonet, el presidente de la Cámara de Comercio de España, para inaugurar su nuevo curso académico.

El caso es que su presencia en el Palacio de Benacazón sirvió para que el representante de los empresarios realizara una reflexión particular sobre la situación actual de la economía española. Antes de llegar a la conclusión final, que va claramente dirigida a que el nuevo Gobierno de Pedro Sánchez apoye a los empresarios, José Luis Bonet narró «el milagro de la economía española», es decir, desde la catástrofe de la Guerra Civil hasta su recuperación.

Ante una nutrida asistencia de la sociedad toledana, Bonet señaló las ventajas que tiene España como país en detrimento de otros como Dinamarca «con 171 días de lluvia al año» y criticó apuntes turísticos en los que cree que se debe mejorar, como por ejemplo que las bodegas de este país sólo reciban 3 millones de visitas, en su mayoría de españoles, cuando el conjunto del territorio recibe 83 millones de turistas extranjeros al año.

Más allá de esa cuestión, el presidente de la Cámara de Comercio  comenzó repasando la autarquía que vivió el país tras la Guerra Civil y que fue solucionando a pasos agigantados a partir de los años 60 cuando España fue «readmitida» en las instituciones internacionales».

Desde ese momento y hasta llegar a la Transición, Bonet dejó dos citas a destacar. Por un lado, la que hizo referencia a Juan Carlos I como la persona «a la que debemos más que a nada la democracia tal y como la conocemos» y, por otro, los elogios a la Constitución del 78, de la que dijo que «aunque algunos quieran ahora acabar con ella, debería seguir mucho tiempo más».

Al margen de esos incisos políticos, Bonet volvió a situar el escenario del crecimiento económico español como un ejemplo a ojos de otros países, que se frenó en 2008 con la recesión financiera que se vivió en todo el mundo. Una situación que para Bonet tuvo «ingredientes añadidos en mi tierra», al referirse a un 'procés' que «imponía una ley injusta a los ciudadanos que querían ser catalanes, españoles y europeos».

Apunte catalán que sirvió de enganche para enlazar el contexto actual. José Luis Bonet habla de «una evidente desaceleración» para las previsiones de 2024 pese a los números actuales. El presidente de la Cámara de Comercio cree que el balance actual de la economía española no es mala «porque lo tapa el éxito del turismo», pero manifestó que «lo sufren otros por debajo, especialmente las Pymes». 

En este sentido, más allá de una reforma fiscal que considera «absolutamente necesaria» para no asfixiar a los empresarios, Bonet tiene claras sus peticiones al nuevo Gobierno de España. Le pide coherencia y políticas «pro empresa», en vez de «hostigamiento, como ha hecho algún miembro del antiguo Gobierno», señaló.

Pese a mostrar esa clara desconfianza hacia una parte del Ejecutivo, sí que defendió la coherencia de otra parte del mismo, a los que pide que «no se dejen llevar por los que piensan lo contrario». De este modo, José Luis Bonet retomó el relato histórico con el que había empezado para recalcar que para pasar de la catástrofe al milagro «hay que estar para la gente», no sólo manteniendo el sistema, sino yendo más allá. Por ello, el presidente de la Cámara de Comercio insistió ayer con la idea de que el Gobierno de España «no sólo debe acompañar a los empresarios, sino incentivarlos con sus políticas», al argumentar que si se ven afectados por el contexto político actual «hay que animarlos». Pese a sus advertencias, Bonet dijo que «el mensaje debe ser de optimismo».