El alcalde de El Real, Jorge Martín, ejerció el pasado jueves de anfitrión durante la visita de la delegada de Desarrollo Sostenible de la Junta de Comunidades, Montserrat Muro, y el jefe de Servicio, Ángel Aurelio Martínez, así como de la delegada de Agricultura, Elena Martín. El propósito: que el Ayuntamiento expusiera el problema del castaño. Más bien, que detallara las enfermedades que combatir para atajar la diezma de producción. Además, la comitiva trató cuestiones medioambientales, agrícolas y ganaderas y visitó negocios del municipio de la Sierra de San Vicente orientados a la venta de productos de la zona.

El experto en castaños José Antonio Díaz, vecino de El Real de San Vicente, acompañó a los políticos para explicar el problema que afecta a los castaños. «Una mañana de trabajo muy productiva y con muy buenas sensaciones», concluyó el Ayuntamiento serrano. En este sentido, el alcalde indicó a este diario que el castañar de la Sierra de San Vicente se enfrenta a tres enemigos graves: el hongo (la tinta), el gusano y la avispilla.

La avispilla del castaño, cuya presencia comienza ya a detectarse más notoriamente, es un insecto de la familia de los cinípidos que produce unas tumoraciones denominadas agallas en los brotes de las diversas especies de castaño. Estas agallas causan un debilitamiento general del árbol que lo hace más susceptible a otras plagas y enfermedades, llegando incluso, a ocasionar la muerte, aunque el principal efecto es la pérdida de producción, según detallaba el experto Óscar Gavira en un artículo publicado en 2017.

El Real reclama un plan para salvar las hectáreas de castañoPor su parte, la tinta es un patógeno de plantas que causa la muerte masiva de raíces absorbentes,  reduciendo  la  capacidad  del  árbol  de  absorber agua y nutrientes, y ocasionando síntomas parecidos a los de la sequía.

Martín alude al cambio climático como factor que ha agravado en los últimos años la aparición de estos enemigos que castigan las actuales 600 hectáreas de la Sierra con castaños, que ocupa en su mayor parte el término municipal de El Real de San Vicente aunque también se extiende por Hinojosa de San Vicente y testimonialmente por Navamorcuende.

La campaña de recogida de castañas, desarrollada entre los meses de octubre y noviembre, ha finalizado con 150.000 kilos, lo que supone más de 200.000 euros de ingresos para las familias serranas. En este sentido, el alcalde calcula que la inyección económica en estos municipios podría alcanzar hasta los cuatro millones de euros con una intervención de la administración que curara o sustituyera a los ejemplares dañados por las distintas enfermedades.

«Se han sentado las bases para una solución a medio plazo. Hay que buscar una solución definitiva», señaló el alcalde tras la visita de Montserrat Muro y apuntó a la importancia de un programa de seguimiento de las enfermedades. Una recuperación notoria podría elevar hasta las 1.000 hectáreas las dimenciones del castañar.

Además del beneficio económico, el castañar representa la base de la cadena de alimentación de las especies de esta parte de la Sierra de San Vicente, por lo que la recuperación resulta vital.