A la espera de si se concreta o no la condonación y de cuánto será, la deuda de Castilla-La Mancha está en los 15.900 millones de euros. El dato lo ha dado esta tarde el consejero de Hacienda, Juan Alfonso Ruiz Molina, que contó la vida media de esta deuda está en los 5,7 años y que el tipo de interés medio llega al 1,14. Sin embargo, la subida de los tipos está afectando a las arcas públicas. Por eso para el año que viene Ruiz Molina ha presupuestado 256 millones solo para el pago de intereses, el doble de lo que tenía previsto abonar este año. De ahí que el consejero apueste por «no seguir incrementando el endeudamiento ante el incremento tan importante de los tipos de interés». Eso explica que para el año que viene los presupuestos se hayan cuadrado con déficit cero. 

Además del dinero destinado para pagar los intereses, Castilla-La Mancha ha reservado 1.646 millones para hacer frente a las amortizaciones de los préstamos. Y eso que será un 25 por ciento menos que este año, pues no existe ningún vencimiento de emisiones de bonos en 2024 y la modificación de la carencia de la financiación del FLA que tiene la Junta con el Estado hace que el primer vencimiento de los nuevos préstamos no llegue hasta 2025. 

En la Comisión de Presupuestos Ruiz Molina contó también cómo va la ejecución presupuestaria de todo el Gobierno regional. En la parte de ingresos no financieros, a 30 de septiembre habían llegado 6.210 millones de euros. Se trata de un 62,1 por ciento de todo lo previsto para el año. Ruiz Molina desveló que un buen volumen de liquidaciones se deja para el último trimestre, así que prevé cerrar 2023 cuadrando la recaudación con la que se hicieron los presupuestos hace un año. La ejecución de los gastos estaba al 65 por ciento al finalizar septiembre.

Entrando en el detalle de los presupuestos que gestiona Hacienda, que también lleva el área de Administraciones Públicas y Transformación Digital, Ruiz Molina contó que, por ejemplo, para el año que viene ha presupuestado 7,2 millones de euros para pagar el IBI de todos los inmuebles de la Junta (restando los de Fomento) o 9 millones para los contratos de todos los servicios de seguridad.En inversiones en transformación digital habrá 51,9 millones de euros, que supone un incremento del 40 por ciento. Lo que no subirán son los impuestos y así lo remarcó el consejero:«Por mucho que se empeñen, no se aumentan los impuestos. Lo puedo decir más alto, pero no más claro».