En el caso del CF Talavera se podría decir aquello que lo que mal empieza, mal acaba. Aunque en esta ocasión no se ajusta del todo a la realidad en este descenso. Es verdad que los blanquiazules, con una plantilla confeccionada para Segunda Federación, comenzaron de manera pésima la temporada al tener que asimilar a marchas forzadas un ascenso a Primera Federación que se encontraron.
Después de sumar un punto en nueve jornadas con Rubén Gala en el banquillo, la llegada de Pedro Díaz desde el filial brindó un nuevo aire al conjunto blanquiazul. De su mano la escuadra talaverana encadenó nueve encuentros consecutivos sin perder e, incluso, batió un récord como el equipo de Primera Federación con más minutos sin encajar un gol.
En esta reacción estuvo en tres ocasiones con opciones de salir de los puestos de descenso, pero no fue posible. Todo iba a las mil maravillas, aunque el entrenador talaverano había prescindido de diez jugadores de la primera plantilla, mientras que el central Josete se marchó para fichar por el Badajoz. Mientras los fichajes llegaban con cuentagotas.
Sea como fuere, a partir del mes de febrero, la trayectoria del CF Talavera se empezó a torcer. Álvaro Juan y Unai Rementería tuvieron que pasar por el quirófano por una lesión de menisco. Por su parte Souleymane se marchó con Senegal para disputar la Copa África Sub'23. Dani Ramos, Sergio Buenacasa o Carlos Parra son otros de los que también han estado lesionados. Y el último más grave ha sido el lateral izquierdo Brau, uno de los que contaba con más minutos esta temporada, con una rotura de ligamento de la rodilla izquierda. Se ha caído del once el también lateral Lucas Alcázar; el jugador cedido por el Castilla, con una dolencia en un tobillo.
En definitiva que el CF Talavera fue perdiendo fuelle a medida que transcurría la segunda vuelta y sus opciones de permanencia se reducían. La puntilla casi definitiva fue el 2-7 encajado en el Municipal El Prado ante un Real Madrid Castilla que ha perdido los dos partidos disputados desde que visitase a los de Pedro Díaz.
A partir de ese momento el descenso se empezó a materializar, aunque los talaveranos lo espantaron con el 4-2 en casa frente al Pontevedra. Y fue un hecho el pasado domingo en el Alfonso Murube donde el equipo local, el Ceuta, endosó un 4-1 a los blanquiazules. Ahora toca cumplir con el trámite de las dos jornadas que restan y planificar la próxima temporada en Segunda Federación con Pedro Díaz en el banquillo desde el principio.