Cinco meses sin lluvia arruinan 9.000 hectáreas en Tembleque

J.Moreno
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Los cerealistas, que ocupan el 80% del municipio, vieron el miércoles llover, pero será infructuoso.

Cinco meses sin lluvia arruinan 9.000 hectáreas en Tembleque - Foto: Eugenio Ariza

Mediodía. Miércoles. Llovía por una descarga fuerte, pero la tristeza se acentuaba entre el puñado grande de agricultores de Tembleque. Desde diciembre, aguardaban el llovedizo, que al final llegó, rogativa mediante, pero será estéril.

Así lo explicaba ayer a este diario el presidente de la Asociación de Agricultores y Ganaderos de Tembleque, Jesús Oliveros, quien da por pérdida completamente la cosecha de cereal en un municipio eminentemente cerealista.

Oliveros encabeza un colectivo local de unos 150 agricultores, un tercio de ellos dedicados profesionalmente por entero al cereal. El municipio suma 9.000 hectáreas reservadas cada año para la cosecha de trigo o cebada, más otras 9.000 hectáreas que quedan en barbecho, pero la producción será nula en 2023.

La secuencia óptima del régimen anual de lluvias establece en el cereal que debe llover en septiembre, antes de la siembra, otro poco en febrero y el remate en mayo para la consecución de una cosecha normal a finales de junio. Pero desde diciembre, aquello ha devenido en secarral. Las lluvias apenas han acumulado desde entonces 10 litros por metro cuadrado, incluidos los seis del miércoles entre las miradas tristes de los agricultores.

«Hay mucha precaución entre los cerealistas», reconoce Jesús Oliveros, quien resalta que los ingresos económicos de esta campaña dependen exclusivamente de las subvenciones procedentes de la Unión Europea.

Y preocupa también la próxima campaña porque la ausencia de cosecha hace peligrar la siembre. No obstante, la cooperativa almacena trigo y cebada de reserva para poder inicia el proceso de producción. «Esperemos que sea bueno de lluvias el que viene», desea Oliveros. Pero advierte del riesgo de tanta falta de lluvia: «Al no estar la tierra húmeda, no prospera la siembra».

La rogativa de abril. Por la desesperación, la Asociación de Agricultores de Tembleque organizó a mediados de abril una rogativa con la talla de San Isidro a cuestas para alimentar los campos de su avituallamiento vital. Los participantes desfilaron por una parte de las 18.000 hectáreas reservadas para cereal: trigo, cebada, avena o centeno. Se trata de una parte sustancial de todo el término municipal, que suma aproximadamente 223 hectáreas.

La asociación encabezada por Oliveros representa también a diez ganaderos del municipio manchego de unos 2.000 empadronados. Estos profesionales se ven perjudicados también porque la cosecha anulada implica también la pérdida de la paja para alimentar al ganado, en una suerte de cadena desanillada en 2023. «Es inimaginable que se pase cinco meses sin llover. Es la peor sequía en muchos años», apunta el presidente, quien extiende el fenómeno también a municipios limítrofes como El Romeral o Madridejos.