Vuelve un personaje que ha arrebatado todo el protagonismo y ha logrado convertirse en una ficción propia hedonista. Así, en diciembre de este año, Netflix estrenará Berlín, una suerte de precuela y spin-off de La Casa de Papel que ahondará en el pasado del carismático personaje interpretado por Pedro Alonso que, convertido ahora en una suerte de David Copperfield, reunirá una nueva banda para perpetrar un histórico atraco en París. Una serie de ocho capítulos en la que Andrés de Fonollosa «vuela en una tesitura más ligera y más hedonista, pero por momentos igual de peligrosa», según adelantó el propio Alonso que define Berlín como «un canto a la alegría de vivir».
«La clave era el tono. Porque el ADN de La Casa de Papel puede estar ahí, pero Berlín es claramente una evolución. La serie es otra, sobre todo en cuestión de estilo, hay ecos, pero se ha pegado un tajo grande y la historia se sigue renovando», apuntó Alonso durante la presentación de la serie. Una lectura en la que coinciden Álex Pina y Esther Martínez Lobato, los creadores de la ficción.
«La Casa de Papel o Sky Rojo eran más sórdidas, más oscuras, más violentas y con más niveles de angustia. Esta es una serie mucho más luminosa, cómica y vital. Queríamos pasarlo bien», señaló Pina, que definió la producción como una serie «absolutamente hedonista». «Es Berlín, que no deja de ser un psicópata con las luces y sus sombras pero mucho más disfrutón con todos los placeres de la vida. Es un personaje fascinado por la belleza y ahora está en su época dorada, donde está más enamorado y donde disfruta más. Y esa sensación, ese placer sensorial, se nota también en los escenarios de la serie», explicó.
«Hacer una serie que nace de un personaje de La Casa de Papel da mucho vértigo», reconoció Lobato al ser interrogada por la presión que supone tener que estar a la altura de este auténtico fenómeno global que fue La Casa de Papel, una de las series más vistas de la historia de Netflix. «Quisimos tomar el personaje y darle a la cabeza para saber qué más podíamos saber de él. Pero esta serie tiene vida propia, mundo propio y banda propia», destacó.
En todo caso, Pina admitió que, inevitablemente, Berlín, cuyo rodaje ha durado ocho meses, puede recordar a La Casa de Papel «porque es un robo y es una banda», pero subraya que «incluso en los pasajes de violencia», la diferencia con la serie original es abismal.
«En esta serie las pistolas están con una vocación lúdica. Siempre hay tensión, pero tenemos una visión mucho más cómica. Estamos en otra dimensión respecto al tono y también en lo que a presión se refiere. El producto es muy diferente, se nota que hemos disfrutado haciéndolo. El vértigo va a estar siempre ahí y, sabiendo de donde venimos, el peligro de decepción siempre es mayor», admitió Pina que no descarta una segunda temporada.
44 millones
«Sólo hay dos cosas que pueden convertir un día de perros en un día maravilloso: una es el amor y la otra, un botín millonario». Esos son los motores que mueven a Berlín en sus años dorados, cuando aún no tiene noción de su enfermedad ni está encerrado como una rata en la Fábrica de la Moneda. Aquí se dedica a preparar uno de sus robos más extraordinarios: hacer desaparecer 44 millones en joyas como si fuera un número de ilusionismo, y para ello cuenta con una de las tres bandas con las que ha robado en su vida», reza la sinopsis oficial de la serie.
En la próxima Berlín, también están confirmados los regresos de dos de los personajes protagonistas de La Casa de Papel: las policías Raquel Murillo y Alicia Sierra, interpretadas de nuevo por las actrices Itziar Ituño y Najwa Nimri, respectivamente. «Teníamos muchas ganas también de explorar su pasado que es súper estimulante. Dos magníficas policías para seguir el rastro de Berlín y que les pusieran las cosas muy difíciles a él y su banda», adelantó Pina.
En la presentación, Pedro Alonso estuvo también acompañado de los miembros de su nueva banda: Michelle Jenner (Keila), Tristán Ulloa (Damián), Begoña Vargas (Cameron), Julio Peña Fernández (Roi) y Joel Sánchez (Bruce).
De su personaje, una erudita informática experta en ciberseguridad, Jenner destacó que es un rol «muy divertido» de interpretar. «Ella con un ordenador y en el mundo virtual se desenvuelve bien... pero en el mundo real le cuesta», destacó la actriz. En cuanto a Damián, Ulloa define su personaje como «el escudero» de Berlín al que le une una larga amistad.
«Yo soy Sancho Panza y el es Don quijote. El ve gigantes y yo le digo que son molinos», avanzó el actor que destaca «el lujo» que supone estar en una serie que mezcla tantos géneros: «Hemos estado ocho meses de rodaje y tengo la sensación de haber hecho cinco películas diferentes. Es un deleite para los sentidos», confesó.