Irene Sánchez-Escribano estará este domingo 29 de octubre en la línea de salida del Cross de Atapuerca. Será el pistoletazo para una temporada de campo a través a la que la toledana tiene encomendados varios objetivos, aunque el más importante es volver a ser internacional en el Europeo que se celebrará en el mes de diciembre.

Para empezar, hace poco más de un mes que la atleta del Adidas se puso a entrenar, después de unas merecidas vacaciones de verano. La primera meta era no empezar demasiado fuerte porque considera que la temporada «va a ser muy larga».

De este modo, Irene quiere probarse en Burgos, para ver el nivel en el que se encuentra actualmente y si es capaz de rendir conforme al estado de forma en el que se encuentra a estas alturas del año, teniendo en cuenta esas pocas sesiones de entrenamiento que todavía lleva en las piernas. De todos modos, acabar entre las seis mejores españolas sería un resultado más que aceptable para ella.

Será una prueba dura, pues el Cross de Atapuerca contará con la participación de la campeona del mundo, Beatrice Chebet, vencedora en 2022. Sánchez-Escribano también se codeará con la keniana Grace Loibach Nawowuba, cuarta en el Mundial, y con la ugandesa Sarah Chelangat. Asimismo, Lucy Mawia tratará de pelearle la victoria a su compatriota Chebet. La prueba femenina absoluta arrancará a las 12:45 horas.

En Burgos se pondrán en juego los primeros puntos para la clasificación nacional de crossistas. Por eso, la corredora toledana tiene interés en situarse entre las mejores españolas, para ir buscando un hueco en la selección española que competirá en el Campeonato de Europa de Cross del próximo 10 de diciembre en Bruselas. Irene tiene muchas ganas de correr de nuevo en una cita continental de campo a través después de su baja de última hora en 2021, en Dublín, por una lesión.