Venía Sergio Rodríguez con la vitola de haber sido el ejecutor de la mejor faena de la temporada anterior y se topó con novillos que no le facilitaron el triunfo. Estuvo solvente en su primero, destacando algún muletazo suelto con la mano diestra. Falló con los aceros y todo quedó en silencio. Tampoco le facilitó las cosas el que hizo cuarto, con el que se vio más dispuesto a Rodrígues quien, de la misma manera que en el anterior, marró en la suerte suprema.
A la postre, Alejandro Chicharro fue el triunfador de festejo. En su primero, encontró un animal con el que se acopló por momentos dejando una faena justa y aseada rubricada con una estocada. El quinto, a la postre el más bonito del festejo, lucero y colorado, destapó su tarro de bravura en la faena de muleta. Chicharro tuvo momentos de acople con él y dejó trazos que gustaron en los tendidos. Una voltereta y una caída muy fea dejaron conmocionado al novillero, que se fue a por su enemigo. Rematando la faena y enterrando el acero hasta los gavilanes. Dos orejas asomaron por la balconada presidencial, lo que le facilitó abrir la puerta grande de Villaseca.
Bruno Aloi completaba el cartel y estuvo dispuesto durante toda la tarde. Gustó al público, que le jaleó en ambas faenas. Acabó con prontitud en su primero, mientras que con el que cerró plaza se le vieron momentos notables al principio, diluyéndose la faena en su final.