El mayor acreedor de Castilla-La Mancha es el Estado... y de lejos. Dos terceras partes de la deuda que tiene la Junta está en manos del Gobierno de España y se corresponde al Fondo de Financiación a Comunidades Autónomas. En concreto, Castilla-La Mancha cerró 2022 con 15.520 millones de euros y de esa cantidad, 10.554 son de dinero que ha recibido la región de este instrumento que creó el Gobierno para facilitar financiación a las comunidades autónomas en mejores condiciones que la banca.
Aunque parezca mucho dinero, hay otras tres comunidades autónomas que deben más dinero al Estado, aunque son tres comunidades con bastante más población y recursos que Castilla-La Mancha. Se trata de Andalucía, con 26.137 millones, Comunidad Valenciana con 45.933 millones y Cataluña, que se lleva la palma, con 71.306.
La Junta tiene también su parte de deuda contraída con instituciones financieras. Suman 4.085 millones de euros. Llama la atención que casi toda esta cantidad, en concreto 4.081 millones, están en operaciones de préstamo a largo plazo, lo que libera a la Junta de la presión de los vencimientos en el corto plazo. Es más, a corto plazo solo tiene 5 millones de euros según los datos publicados por el Banco de España.
El dato más bajo desde 2013. Castilla-La Mancha es una de las comunidades autónomas que tiene más deuda en comparación con su Producto Interior Bruto. Según el dato a cierre de 2022, la deuda de Castilla-La Mancha representa el 33,4 por ciento del PIB. Es el segundo dato más alto, empatado con el de Cataluña. Solo Comunidad Valenciana arroja una cifra peor, pues llega al 44,4 por ciento.
La noticia buena es que ese 33,4 por ciento que tiene Castilla-La Mancha es la cifra más baja de la región en una década. Hay que remontarse a 2013 para ver una cifra más baja. Entonces estaba en el 31,4 por ciento. El techo se tocó a cierre de 2020, cuando la deuda representaba el 39 por ciento del PIB.
Esta reducción del peso de la deuda en la economía regional se debe a que cuantitativamente, el dinero que debe la Junta no ha subido mucho en los últimos años y se suma que sí ha ido creciendo la economía regional, lo que hace reducir ese porcentaje de deuda en comparación con el PIB.
Si Castilla-La Mancha cerró 2022 con 15.520 millones de euros, en 2021 lo hizo con 15.498, de forma que solo ha crecido en 22 millones en un año. Con todo, estas cifras poco tienen que ver con las que había antes de la crisis inmobiliaria y financiera. En 2007 la deuda de Castilla-La Mancha estaba en 1.829 millones. A partir de ahí fue creciendo hasta superar los 10.000 millones en 2012.