Las hipotecas firmadas bajan un 11,3% tras dos años de subidas

Á. de la Paz
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Se rubricaron 7.943 créditos para la compra de vivienda, cifra inferior a la del año anterior, cuando se rozaron las 9.000 operaciones. El capital prestado ascendió hasta 960 millones

El mercado inmobiliario muestra síntomas de desaceleración en la provincia. - Foto: Yolanda Redondo

Las hipotecas constituidas en la provincia de Toledo menguaron un 11,3% en 2023 respecto al dato acumulado durante el anterior ejercicio anual. A lo largo del pasado año se rubricaron 7.943 créditos para facilitar la adquisición de una propiedad inmobiliaria, una cifra por debajo de los 8.958 préstamos firmados en 2022. Se trata del dato más bajo desde 2020, en plena pandemia, un total que, por otra parte, queda muy lejos de las 47.329 hipotecas contabilizadas en 2007, el año previo al inicio de la gran recesión por el pinchazo de la burbuja del ladrillo.

La evolución descendente en el número de hipotecas constituidas confirma una cierta desacelaración del mercado inmobiliario en la provincia durante el último año. Las compras financiadas a través del aporte de las entidades bancarias suponen una cantidad más pequeña que en los dos ejercicios anteriores. Se trata también de una cuantía menor que la acumulada durante 2019, aunque el comportamiento de este indicador durante los últimos meses ha tendido a batir los registros alcanzados en los mismos periodos de 2022. El pasado diciembre se firmaron 519 créditos en Toledo, por encima de los 484 del último mes del ejercicio pretérito.

Durante el último año se han firmado cada día de media unas 22 hipotecas en el territorio provincial, un guarismo que languidece frente a las casi 130 de 2007, pero que también empeora las más de 24 que se formalizaron de media en 2022. Un análisis pormenorizado del mercado apunta a la compra creciente de viviendas sin necesidad de hipotecas; esto es, la adquisición de inmuebles que se produce sin tener que suscribir un crédito, fórmula conocida de forma común como 'a tocateja', se ha hecho más frecuente.

La subida de los tipos de interés explica, en buena medida, la evolución decreciente en la concesión de hipotecas. El conjunto de la región y del país registran un decrecimiento incluso superior al toledano: en Castilla-La Mancha, las hipotecas concedidas en 2023 cayeron un 13,2% interanual, mientras que en el agregado de España, el desplome alcanzó el 17,8%. 

El mayor coste del dinero dificulta el acceso de determinados perfiles a un préstamo hipotecario. La respuesta de los bancos centrales a la espiral inflacionaria ha expulsado del mercado a aquellos ciudadanos con pocos ahorros o salarios bajos. Al mismo tiempo, diferentes indicadores relativos al precio de la vivienda muestran unos valores similares o algo más elevados que los del año anterior, una circunstancia que les complica la posibilidad de hacerse con una casa en propiedad: los hogares requieren de una cantidad similar o superior de dinero y las condiciones crediticias resultan más desfavorables.

CAPITALES SIMILARES. El capital prestado por las entidades financieras se mantuvo sin apenas cambio respecto al anterior ejercicio de 2022. En 2023, los bancos y las cooperativas de crédito concedieron algo más de 960 millones para la compra de vivienda en la provincia. La cantidad requerida por los clientes en 2022 sumó 963 millones. El repunte experimentado en los últimos meses del año, especialmente desde septiembre hasta diciembre, propició unos volúmenes similares entre ambos ejercicios. La posible relajación de los tipos marcará el futuro del sector.