José María San Román Cutanda

A Vuelapluma

José María San Román Cutanda


Más sobre el comercio histórico

20/11/2023

Fue en el mes de mayo del año pasado cuando publiqué en este espacio una reivindicación sobre el comercio histórico toledano. El mantenimiento para la memoria colectiva de determinados locales y comercios como 'Ayuso', 'La Favorita', 'Casa Montes' o 'Casa Córdoba'. En esa reivindicación, hacía valer una modificación legislativa de la Generalidad de Cataluña —también tienen a veces buenas ideas— en su Ley de Patrimonio Histórico, en la que incluían el comercio histórico de los cascos urbanos de sus municipios. En aquella ocasión dije algo en lo que me reafirmo: «Con la desaparición del comercio tradicional, Toledo y otras tantas ciudades españolas han perdido uno de los capítulos más importantes de su historia reciente. Sobre todo, porque el comercio tradicional, además de ser el más cercano al consumidor y el de más heroicidad empresarial, es un tesoro de recuerdos para quienes, de niños y mayores, acudían a aquellos lugares para realizar sus compras o celebrar sus momentos de ocio».

Afortunadamente, no he sido yo solo quien se ha pronunciado en este sentido. Un mes después de publicar aquella columna, que titulé "Comercio histórico', en junio del año 2022, la Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas actualizaba su Lista Roja del Patrimonio en Peligro añadiendo en el número 49 de la misma los 'Locales de comercio tradicional en el Casco Histórico de Toledo'.

Pues bien, ahora voy un paso más allá. Tristemente, los locales del comercio histórico toledano están prácticamente cerrados. Además, esta debacle comercial no se ha producido en un proceso especialmente paulatino. Más bien, ha sido muy reciente y con cierta rapidez. De niño, y hace no tanto que lo fui, yo he ido con mi madre a comprar a todos los locales que les he expresado antes. Todo aquel comercio histórico, además de ser un elemento esencial dentro de la identidad del Casco toledano, era también un servicio a diversas necesidades de sus vecinos. Por eso, quizá la reivindicación del comercio histórico también pasa por la reivindicación de la identidad del Casco como barrio para residir, y no como parque temático para turistas. Y yo me pregunto por qué la nueva Corporación Municipal no realiza un planteamiento del barrio en su conjunto, que pase incluso por incentivos fiscales a los autónomos y PYMES que instalen un comercio de servicios en el Casco. Es una de las pocas maneras de atraer a la gente a que resida intramuros. Y lo necesitamos como el comer.