Dicen que la venganza es un plato que se sirve frío. En el caso de Japón ha tardado poco más de un año porque en los Juegos Olímpicos precisamente organizados por el país asiático, la Roja acabó con los locales en semifinales.
En Kobe, España alcanzó la final -que acabaría perdiendo ante Brasil- después de eliminar en la semifinal a Japón (que perdió el bronce en favor de México); en un partido que se resolvió, gracias a un gol de Marco Asensio en la prórroga.
El conjunto nipón se había tomado muy en serio su condición de anfitriona y en el equipo figuraban 12 de los actuales mundialistas, entre ellos su capitán, Maya Yoshida, del Schalke 04, que ayer disputó su partido 125 como internacional con los 'samuráis azules'.
En total fueron ocho los actuales mundialistas que formaron en el once nipón que se midió aquella noche de julio al equipo de Luis de la Fuente. Junto a Yoshida también saltaron al campo Sakai, Tomiyashu, Itakura, Soma, Endo, Doan (autor del primer gol) y Kubo.
En el banquillo, sin intervenir, se quedaron ese día Maeda, Mitoma, Ueda y Ao Tanaka, que anotó el segundo y que el pasado lunes dijo que ganar a la Roja iba a ser «difícil, pero no un milagro» y que Busquets era su futbolista español favorito.
Aquella noche, en Kobe, Japón se adelantó, gracias a una asistencia de Kubo, que aprovecharía Doan para batir a Unai Simón. España reaccionó gracias a la entrada de Pedri y empató el encuentro merced a un gol de Carlos Soler. Ya en la prórroga, Marco Asensio ajustició a los nipones, que anoche se cobraron la revancha.