Fiebre por la miel

J. M.
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Los apicultores de la provincia observan incrédulos que se ha disparado el número de titulares en los dos últimos años. Unos 40 más se han decidido a poner colmenas en unas comarcas tradicionalmente colmeneras. El sector, eso sí, flaquea

Fiebre por la miel - Foto: Patricia González

Los apicultores miran con sorpresa e incredulidad la incorporación de compañeros en la provincia. Unos 40 más se han registrado en los dos últimos años en la Agrupación de Defensa Sanitaria Ganadera Apícola de Toledo, radicada en Talavera, lo que ha representado un incremento cercano al 20 por ciento. El fervor por la producción de miel ha coincidido con una alarmante caída del precio en origen; tanto, que ha empujado al sector a reivindicar la calidad, la tradición y a buscar la creación de una cooperativa. «Tenemos la historia, la miel, pero necesitamos un empujón», reclama el sector para favorecer la distinción oficial de la producción de la provincial.

Así lo explican a este diario el presidente y el tesorero, Nazario Fernández y Eduardo García, los primeros extrañador por haber alcanzado en 2018 los 230 apicultores. «Normalmente entraban y salían por jubilación», señalaron porque normalmente rondaban los 190 productores. «Es un boom», afirma García, que encuentra como explicación la fascinación del público por el proceso de producción de un oficio que parece un sacerdocio con unas raíces profundas en la zona de Talavera. «No hay archivo de colmeneros en España como el de Talavera», presumen los representantes del colectivo.

«Creo que son entusiastas, que lo hacen por ser una cosa bonita», apuntan los representantes a tenor de la bajada de precio de la venta a los mayoristas a la mitad. Ahora mismo, los apicultores sacan la producción a 1,5 euros el kilo. «Por debajo de los tres euros el kilo no podemos. Es inviable», sostienen los representantes de un colectivo que se ha reunido recientemente con el alcalde de Talavera, Jaime Ramos, para buscar influencia en el propósito de conseguir una figura de calidad que dé el pistoletazo de salida para la creación de una cooperativa.

La situación del sector está tan delicada, que los productores procuran almacenar la mayor parte de la miel para no vender a un precio ridículo que supondría pérdidas. «Ahora no puede ser lucrativa», recalcan desde la agrupación, que aglutina a más del 95 por ciento de los apicultores de la provincia de Toledo. Quizá por ello reconocen una tendencia al envasado propio por parte de los socios en los últimos años. «Comercializar nuestra miel es una forma de salir porque los mayoristas pagan por debajo de costes», indican como un recurso al alza entre los socios del colectivo.

«El proceso de extracción de nuestra miel cruda comienza con la cosecha de los cuadros de madera en panales de nuestras propias colmenas. En la sala de extracción, se les retira la capa de cera (desoperculado) e, inmediatamente, se introducen en el extractor, que, mediante fuerza centrífuga, expulsa la miel 100% natural. El producto resultante se filtra de las impurezas con una malla fina y se coloca en pequeños maduradores, donde empieza la fase de decantación natural durante unos días. De esta forma, se eliminan todos los sedimentos y burbujas de aire», explican en la página de internet de uno de los productores de la provincia sobre este proceso milenario en el que ha sobresalido la zona de Talavera durante siglos.

Las comarcas de la Sierra de San Vicente, la Jara y el valle del Tajo destacan como viveros de una miel excepcional que se puede encontrar mediante la venta directa en poblaciones como Ávila o Valladolid, e incluso en Francia. Por ejemplo, en Los Navalucillos, Ana Megías ejerce como responsable de la marca ‘El abuelo Félix’ como cuarta generación de apicultores. En este sentido, afirma que no encuentra problema para vender toda la producción en Castilla-La Mancha o Madrid, e incluso otras regiones como Asturias.  La miel, el polen, la jalea real, el licor de miel, el vinagre de miel o el propóleo figuran en la oferta de este productor de la provincia que dispone de tiendas propias para la venta en las localidades de Los Navalucillos y Navahermosa.

En cuanto a los productores de la provincia que venden a los mayoristas del sector, la mayor parte de la producción se exporta al extranjero, y una pequeña parte se utiliza por parte de la industria para la venta de miel mezclada con el alimento procedentes de terceros países.

curso de formación. El número de apicultores probablemente siga en aumento en la provincia por el nuevo curso del Centro de Formación Apícola de Talavera, que oferta un total de 15 plazas gratuitas para completar el nivel 2 de experto en colmenas, con el consiguiente certificado de profesionalidad. La duración será de cinco meses y comenzará a mediados de enero.