Denunciados 37 manifestantes e identificados 467 tractores

J.Moreno
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La Mancha mantuvo candentes por segundo día consecutivo las protestas con cortes de carretera. La alteración del tráfico de la A-4 duró más de 30 horas

Denunciados 37 manifestantes e identificados 467 tractores - Foto: Yolanda Lancha

Los agricultores protestaron ayer por segundo día consecutivo contra las políticas europeas que ahogan sus economías y obstaculizan el trabajo diario. La elección de la A-4 como un objetivo prioritario alargó los cortes durante más de 30 horas, con los manifestantes interrumpiendo el tráfico también durante la madrugada del martes al miércoles. Mientras, la Guardia Civil interponía al menos 37 denuncias en toda la provincia por alteración de la seguridad vial y la seguridad ciudadana. Y tiene pendiente la identificación de 467 matrículas de tractores.

Sobre el terreno, la Guardia Civil y los manifestantes convivían sin problemas aparentes para que los cortes del tráfico transcurrieran sin altercados ni riesgo para los conductores y los agricultores. La A-4 se convirtió en una ratonera para camioneros y conductores de coches que quedaban atrapados en los cortes a la altura de Tembleque y Madridejos. Como David y María del Mar, un matrimonio desesperado que viajaba con sus hijos de dos años y de dos meses de Guadalajara a Almería.

La Dirección General de Tráfico informaba ayer al cierre de esta edición de que continuaban los cortes de tráfico en ambos sentidos de la CM-410, a la altura del kilómetro 65. Lo mismo ocurría en esa carretera al paso por Villanueva de Alcardete, en el kilómetro 115. Y en el kilómetro 52 de la AP-36, en La Puebla de Almoradiel. Los cortes de la circulación proseguían también en el kilómetro 30 de la CM-310a, en Quintanar de la Orden.

Denunciados 37 manifestantes e identificados 467 tractoresDenunciados 37 manifestantes e identificados 467 tractores - Foto: Yolanda LanchaAntes de la disolución de la protesta hacia las cinco de la tarde, el tráfico quedaba cortado durante una hora en la A-4, incluido el desvío a la Autovía de los Viñedos, hasta que los manifestantes reabrían sólo durante 15 minutos para aligerar las retenciones. Pese al contratiempo, buena parte de los camioneros saludaban a los agricultores con los cláxones en una señal de apoyo. «Hemos encendido la mecha, pero luego vendrán los camioneros», prevé un agricultor de Madridejos, uno de las decenas de concentrados al pie de la A-4. El olivar, la vid y el cereal suponen los principales cultivos de estos pueblos agrícolas.

«Que nos dejen trabajar y nos quiten papeleo. Y controlen el mercado de fuera», se quejaba un agricultor de 66 años que se incorporaba a las protestas en la A-4, con un reguero de fogatas para aliviar el frío. Otro, pendiente de jubilarse este año, lamenta que una mínima parte de las familias dedicadas al campo tendrán relevo generacional en Madridejos. «La ayuda a los jóvenes es mentira como lo ecológico», aseguraban más manifestantes entre testimonios de que la posesión de centenares de hectáreas de terreno no garantiza una economía holgada, en una competencia desigual con la agricultura de países de fuera de la Unión Europea.

Parte de los manifestantes, que han cortado vías principales de España sin autorización, permanecieron incluso 24 horas seguidas al pie de la A-4, un nudo principal de comunicación del país por conexión de Madrid con Andalucía y de Toledo con el Levante. Precisamente, las empresas de transportes están aterrizando en este pueblo de la Mancha toledana con abundante dedicación al campo.

La presencia de la Guardia Civil fue casi constante en la A-4, pero la Policía Nacional ha operado también en las movilizaciones. La intervención de los agentes de seguridad ha incluido la interposición de 166 denuncias en toda la región formuladas por la Policía Nacional por la alteración del tráfico y de la seguridad ciudadana.

Los piquetes cortaron también la carretera convencional CM-4133, aledaña a la A-4 a la altura también de Madridejos, con leves interrupciones del tráfico de unos 10 minutos. Nueve tractores obstaculizaban el tránsito habitual entre Madridejos y Camuñas, pueblos con una dependencia notoria del sector primario.

«Se trata de molestar, no de putear», explicaba un concentrado y se quejaba de que la burocracia europea enmaraña el trabajo de un sector muy envejecido, por ejemplo, con la incorporación del cuaderno digital, el control por vía telemática de la labor desempeñada diariamente por cada profesional.