El Ministerio de Cultura ha adquirido dos cuadros de Antonio López para el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, en concreto un retrato de sus abuelos y otro de sus padres, por un precio total de 350.000 euros, han informado a EFE este miércoles fuentes de la pinacoteca.
Procedentes de una colección particular, son trabajos tempranos de Antonio López, cuando finaliza su formación en la Academia de Bellas Artes de San Fernando. Así, "Sinforoso y Josefa", también titulado "Matrimonio" (62,5 por 88,5 centímetros), es del año 1955, cuando el artista nacido en Tomelloso (Ciudad Real) tenía 19 años.
Por su parte, el retrato de sus padres, "Antonio y Carmen" (también denominado "Matrimonio joven", de 60,5 por 83,5 centímetros), es del año siguiente, 1956, y ya se encontraba en depósito temporal en el Museo desde finales de 2013.
Esta adquisición contribuye a mejorar la representación de la colección pictórica española, de corte realista de los cincuenta en la colección del museo, según han explicado fuentes del Reina Sofía.
Por el momento no hay una previsión sobre cuándo se van a exponer al público estas obras figurativas e intimistas, cuyo precio ha sido de 175.000 euros cada una, un precio que ven adecuado y ajustado al mercado actual.
Ambas obras ya estuvieron expuestas en el contexto de la colección del Museo Reina Sofía, que las acogió en depósito temporal para completar el discurso de la sala dedicada al academicismo pictórico y realista en España en la década de los cincuenta.
De este momento de formación de López, la colección solo dispone de una sola obra, "Los Novios", fechada en 1955 y adquirida por el Ministerio de Cultura en 1984.
Según explica la valoración crítica de las obras realizada por el conservador del Museo Salvador Nadales, en sus primeras etapas Antonio López pinta de modo recurrente a sus allegados y los escenarios familiares de su vida, detenido en "los aspectos más humildes y nimios de la cotidianidad".
Los temas de esos años centrales de la década de los cincuenta del siglo XX están aún muy vinculados al Tomelloso natal de López quien retrata a esas parejas abstraídas, de aire enigmático, que nos remiten a un mundo conocido.
"En ambos dobles retratos, que posan para la eternidad, destaca la sensación de tiempo congelado, común en la España más rural de los años cincuenta del siglo XX", añade el conservador en su comentario.
Son retratos de los antepasados del pintor, de 87 años, que dialogan adecuadamente con otras obras de la colección de Laffón, o Pancho Cossío, así como también con la obra fotográfica de la generación de Fernando Gordillo, Virxilio Vieitez o Paco Gómez, entre otros.
"Es una figuración que recrea los tipos y los tonos de una España impasible, mediante un realismo, temática y pictóricamente, que no tiene nada de dialéctico o crítico, identificado como un rasgo inmutable del espíritu español, y cuya pretensión es fotografiar la realidad consuetudinaria sin otros propósitos que el realismo y la perfección".