La selección española sub-21 de fútbol perdió este sábado por 1-0 ante Inglaterra en la final del Campeonato de Europa de la categoría, disputada en Batumi (Georgia), merced a un polémico gol de rebote del centrocampista Curtis Jones, encajado a balón parado justo antes del descanso.

Los pupilos de Santi Denia vieron truncado su reto de conquistar una triple corona continental, pues ya lucían en su palmarés sendos títulos en los Europeos sub-17 y sub-19. Así, la generación de los nacidos en el año 2000 se quedó con la sensación de trabajo incompleto, tras sí haber logrado el billete a los Juegos Olímpicos de París 2024.

Empezaron los ingleses más entonados esta cita, con dos oportunidades en botas de Anthony Gordon desde el costado izquierdo. Solventó la primera con un eslalon y tiro posterior abajo, para que se luciera el guardameta rival Arnau Tenas. Y la segunda fue un centro a media altura, sin hallar rematador aunque poniendo nervioso a la zaga española.

Inglaterra evita la triple corona continental de España

En otro acercamiento, superado ya el cuarto de hora de encuentro, Cole Palmer efectuó un mal centro desde la banda derecha. No obstante, la 'Rojita' ya estaba avisada de que su adversario tenía colmillo. Como respuesta, el central Aitor Paredes merodeó el gol con un cabezazo a la salida de un córner.

El duelo entonces se espesó, con España adueñándose del balón, pero sin crear líneas de pase con su referencia ofensiva Abel Ruiz. De hecho, el conjunto inglés apretó en el tramo final del primer tiempo. En una falta lejana botada por Palmer al corazón del área, su compañero Levi Colwill cabeceó picado al césped y el balón se estrelló en la cruceta.

Ese lance sirvió como preludio del 1-0, marcado en el tiempo añadido antes del intermedio. En una falta desde la frontal del área, Palmer otra vez fue el encargado de ejecutar; su disparo con la zurda rebotó en la coronilla de Curtis Jones, agachado entre la barrera española, y la pelota cambió de trayectoria hasta colarse en la portería de Tenas.

Inglaterra evita la triple corona continental de España

El propio Palmer, arrogándose la autoría del gol, lo celebró acercándose al banquillo de España e increpando a varios jugadores, así como al seleccionador Santi Denia. La tángana que se formó, a la vez que se revisaba la acción en el VAR en busca de irregularidades, hizo que se consumiera la tosca primera mitad.

Al regreso de vestuarios, los pupilos de Denia cambiaron el chip y fluyeron en ataque, protagonizando más acercamientos. En el 51', Sergio Gómez envió al punto de penalti una falta desde la banda izquierda; por entre los defensas ingleses apareció Abel Ruiz para remachar de cabeza al fondo de las mallas, pero estaba en fuera de juego.

La subida de escalones por parte de la 'Rojita' provocó que atrás se vieran las costuras; Tenas hizo una gran parada en el 64', repeliendo un buen zurdazo de Jones en un raudo ataque de Inglaterra. Abiertas las hostilidades ya sin pudor, el equipo rojigualdo incordió al cancerbero rival James Trafford, con Sergio Gómez acaparando su amenaza.

Después de un centro-chut suyo en el minuto 69, el extremo del Manchester City robó a continuación en línea de tres cuartos y Abel Ruiz, que controló la pelota, tiró raso desde la frontal; lamentablemente para sus intereses, el disparo le salió demasiado centrado, sin problemas para que Trafford lo atrapase.

Cuando corría el 77', el mediapunta Rodrigo Riquelme enganchó un derechazo al lateral de la portería inglesa tras un recorte. El canterano del Atlético de Madrid había salido de refresco pocos minutos antes, junto a dos compañeros, ya que Denia había movido su banquillo buscando piezas que pudieran zarandear el ritmo del partido.

Penalti fallado por Abel Ruiz en el 99´

Más con corazón que con ideas, España arrinconó a sus contrincantes, que pese a todo gozaron de un par de contragolpes serios. Cuando la selección entrenada por Lee Carsley ya se relamía por el éxito inminente, llegó otra jugada polémica en tiempo añadido, esta vez en forma de penalti favorable a la 'Rojita'.

A raíz de un centro a la desesperada buscando a Abel Ruiz, éste recibió un golpe en su pie a media altura mientras saltaba, por parte de Colwill. El árbitro noruego Espen Eskas dudó sobre qué decretar, pero consultó al VAR para acabar señalando la pena máxima que daba esperanza a España de llevar la final a la prórroga.

No obstante, el propio Abel Ruiz falló su lanzamiento con la diestra; Trafford adivinó su tiro raso y cruzado, desviando primero esa pelota e 'ipso facto' un remate posterior de Aimar Oroz en el rechace. El subidón de adrenalina sirvió a Inglaterra para agotar el cronómetro, abrochar el encuentro y proclamarse nuevo campeón, amargando con ello a España.