Los cabezas de cartel por Toledo de los principales partidos que concurren a las elecciones generales del próximo domingo participaron en un debate organizado por la Cadena Ser, un encuentro que evidenció tanto las diferencias programáticas entre los bloques de la izquierda y la derecha como el distinto diagnóstico de cada formación sobre la realidad de la provincia y el conjunto del país.
Tanto el PSOE como Sumar defendieron las reformas emprendidas por el Gobierno de coalición y alertaron del riesgo de «retroceso» para España en caso de que la derecha sume mayoría. El PP invocó la necesidad de un «Gobierno fuerte» presidido por Alberto Núñez Feijóo; Vox, por su parte, apeló a la defensa de la seguridad y los sectores productivos, criticando la acción del «bipartidismo» y cuestionando la imagen que los medios de comunicación proyectan sobre su formación.
Los números uno del PSOE, Sergio Gutiérrez; PP, José Manuel Velasco; Vox, Manuel Mariscal; y Sumar, Marta Romero, detallaron sus propuestas sobre economía y políticas sociales, además de abordar la posición de la provincia en aspectos como las infraestructuras o la inversión estatal.
Gutiérrez recurrió a los gobiernos de Mariano Rajoy y María Dolores de Cospedal, contraponiendo aquellos años de estrecheces con los últimos datos macroeconómicos de los que presume el Gobierno de Pedro Sánchez. «La legislatura no ha sido nada fácil porque hemos vivido dos crisis consecutivas, pero hemos conseguido crear empleo y reducir la desigualdad con políticas diferentes, sustituyendo recortes por ayudas».
El representante del PP afeó el triunfalismo de Gutiérrez y aseguró que «los socialistas son especialistas en dejar regiones y países endeudados». Velasco, además, cuestionó los datos de empleo de los que presume el Gobierno y les acusó de «pervertir el sistema de trabajo» a través del recuento de los fijos discontinuos. Los populares apuestan por «un empleo de calidad» y reclaman la necesidad de implantar «medidas que propicien la actividad de los autónomos».
Desde Vox se insistió en la «pérdida de la capacidad de prosperar» de los ciudadanos y rechazaron un sistema tributario que lleva a que los autónomos tengan «que trabajar ahora mucho más que hace cuatro años para ganar lo mismo».
Sumar desgranó su apuesta por un «modelo económico que ponga a las familias en el centro», un propósito que pretenden desarrollar a través de la «economía verde» y con medidas que favorezcan «oportunidades para jóvenes o reducir las horas de trabajo». Romero se apoyó en Yolanda Díaz, a quien definió como «una baza ganadora que cumple lo que promete y que quiere profundizar en las reformas que el país necesita».
Velasco incidió en que «el empleo y la economía son importantes para el progreso del país, una de las grandes preocupaciones de los ciudadanos» y enumeró la caída comparativa de España en diferentes indicadores respecto al conjunto de la Unión Europea. «No podemos seguir escuchando durante la próxima década que la culpa ha sido de la pandemia». Gutiérrez se felicitó por haber «dado la vuelta al mercado laboral» y tildó de «soflamas» el mensaje de Vox. Mariscal, en clave provincial, advirtió contra los ataques al sector primario y vinculó la pérdida de peso de Talavera en el ámbito ganadero con las decisiones «impuestas desde Bruselas». Sumar, por su parte, refirió su satisfacción con las cifras económica recientes, un legado que «merece la pena».
PROYECTOS PARA TOLEDO. El PP estimó que Toledo «ha sido una de las diez provincias peor tratadas por los Presupuestos Generales del Estado en inversión por habitante» y lamentó las promesas de los socialistas que no se han concretado. «No basta con anunciar infraestructuras, hay que presupuestarlas», subrayó Velasco, quien recordó que la pasarela sobre la TO-23, aún sin construir, fue anunciada por Emiliano García-Page en 2010. El candidato del PSOE se congratuló por la recuperación de los servicios ferroviarios en la provincia, incluyendo Talavera y La Sagra, y apuntó al agua como ejemplo de las contradicciones de los populares. «Es una vergüenza política que los alcaldes de Toledo y Talavera no hayan levantado la voz ante sus dirigentes nacionales que dicen que el agua del Tajo es de Murcia». Velasco respondió explicando que es inconcebible que el «Ayuntamiento de Toledo haya sancionado 17 veces por la Confederación Hidrográfica por contaminar el río».
Mariscal lamentó que una provincia «leal a España» como Toledo no haya recibido la atención del Gobierno central que han disfrutado otros territorios. Además, pidió «infraestructuras férreas, hídricas y ferroviarias» para mejorar la vida del campo y de aquellos ciudadanos que se desplazan a Madrid para trabajar y estudiar. Otra de sus demandas es la implantación efectiva de una tarjeta sanitaria única que permita usar, más allá del servicio de urgencias «el hospital de Parla a un vecino de Yeles porque lo tiene a 20 kilómetros». Romero, por su parte, exigió «no usar esta tierra de manera colonialista» y revertir en ella los beneficios que los usos agrícolas y energéticos generan. Asimismo, reclamó un pacto del agua para evitar que «un 40% del río Tajo se lo lleve Murcia».