En la Consejería de Desarrollo Sostenible hay trabajando un nuevo 'inspector ambiental' y es un dron. La Junta ha optado por incorporar este dispositivo con el que pretenden apoyar el trabajo que hacen los inspectores a pie de tierra y captar lo que puede pasar desapercibido en una evaluación ocular. 

El director general de Calidad Ambiental, Tomás Villarrubia, cuenta que sobre todo hacen inspecciones de instalaciones relacionadas con residuos. Aquí entra la restauración de huecos mineros, las plantas de tratamiento de residuos de construcción y demolución o las de transformación de subproductos de origen animal no destinados a consumo humano. «Esta herramienta nos va a permitir ser mucho más eficaces a la hora de cumplir y hacer cumplir con las prescripciones de las distintas autorizaciones ambientales», apostilla. Eso sí, aclara que  «normalmente cumplen casi todas». Apunta que al año se suelen hacer 700 inspecciones de este tipo.

El uso del dron permite ampliar las posibilidades de inspección. El técnico de la Consejería asignado como piloto, Eduardo Ramos, explica que tiene un GPS de precisión centimétrica, que facilita fotografías y vídeos de forma simultánea y tiene cámara térmica y de infrarrojos. Explica que, por ejemplo, se podrán hacer levantamientos planimétricos con los que calcular volúmenes. Así se podrá medir el volumen de residuos depositados en una celda y comprobar si se han cumplido los límites marcados por la normativa o la autorización dada. 

El nuevo inspector ambiental de la Junta... es un dronRamos explica que a veces las instalaciones tienen zonas de difícil acceso, como chimeneas a muchos metros de altura, que ahora podrán ser revisadas con mayor facilidad con este dron. Igualmente la cámara térmica puede ayudar a detectar una fuga de gas o un punto en el que el proceso está fallando, lo que está provocando una zona caliente. Añade que incluso con la fotografía aérea se puede ver en una cantera si hay dispersión de partículas en una dirección determinada, que es algo que a pie de tierra quizá no se aparecia.

En estos momentos la Consejería deDesarrollo Sostenible ha adquirido un dron por un coste aproximado de 4.000 euros. Si funciona para la programación de inspecciones ambientales de la Junta, no descartan que después se adquieran más para tener uno por provincia. El director general subrayó la importancia de la inspección ambiental para garantizar «calidad de vida» a los castellanomanchegos y apoyar un tejido empresarial y económico que aspira a la excelencia.

Cabe en un maletín, es rápido y da para dos horas de vuelo

Coste. El dron con sus cuatro baterías y emisora ha costado alrededor de 4.000 euros. Luego se puede comprar aparte software para todos estos dispositivos. 

El nuevo inspector ambiental de la Junta... es un dronVelocidad. Llega a los 75 kilómetros a la hora, pero se suele volar más suave para tener mejor calidad de imagen. 

Pilotos. Hay un piloto asignado, pero también la Consejería cuenta ya con once agentes medioambientales que se ha sacado el título.