Debería estar contento y con espíritu reconfortado después de lo dicho y publicado la anterior semana, abandonar esta nube negra que tengo encima de la cabeza como le pasa a un personaje  de dibujos animados muy conocidos pero que ahora no recuerdo. Se trata de una nube colgando de mi todo el día cuya constante presencia a veces tengo la fortuna de olvidar, pero que cuando vuelve me trae la inquietud y la angustia renovadas.
Como empecé escribiendo, la semana que pasó ha sido dura en el sentido de que se han leído y escuchado declaraciones completamente equivocadas que desde Murcia se apresuraron a desmentir. Ignoro si tales afirmaciones equivocadas han sido fruto de la mala intención o de la ignorancia pero en mi opinión se trata de un asunto lamentable y muy nocivas para nuestro río, enfermo de gravedad. Un ejemplo de lo que escribo es lo que dijeron sobre la 'nueva situación'  Barreda o Bono.
Una de las calamidades que tenemos que afrontar los ribereños además de las meramente físicas derivadas del secuestro del agua es que hemos perdido por goleada la batalla de la comunicación. A estas alturas no hay nada que hacer sino vestirnos de luto y tal vez llorar como talaveranos lo que no supimos defender como los murcianos que diría la madre de Boabdil. Lo que pasa es que la situación es demasiado grave como para hacer chistes y aguantar ocurrencias, aunque le suene a exagerado al amigo Gonzalo.
Por alguna razón, creo que son varas en realidad, en el levante español han conseguido acaparar mucha más fuerza de la nosotros tenemos y con santa paciencia hay que escuchar a Alberto Castillo, presidente de la Asamblea murciana y a otros cerebros privilegiados lo de siempre sobre el Tajo y las desaladoras que no están por la labor de utilizar.
Ayer mismo en un programa de radio, dicen que el de mayor audiencia en su franja horaria, entrevistaban al señor López Miras presidente de la autonomía murciana, que se despachó a gusto afirmando que el nuevo pequeño recorte «significa un golpe para la economía de todo el país» sin que nadie de los que estaban en el programa le contradijera lo más mínimo.
La batalla de la prensa la hemos perdido por goleada y  no hay duda de que en Murcia han sabido jugar bien sus bazas de prepotencia económica, mucho mayor número de votos y superioridad propagandística. A las pruebas me remito, al invento bastante indecente de 'La huerta de Europa' y otras simplezas semejantes cuando ellos mismos dijeron hace un tiempo-cuando todavía no se había declarado la llamada guerra del agua- que en su intención estaba urbanizar toda la costa murciana y crear uno o varios Benidom; por aquella época ni hablaban de huertas de Europa, ni de apremiante necesidad de agua, ni de todas esas necedades en medio de aquella tierra áspera, lo que sí ocurría es que ellos mismos, los regantes, se quejaban y denunciaban que miles de hectáreas de secano estaban siendo utilizadas ilegalmente por regantes y agricultores de manera indebida, la denuncia la hacían cuando el agua que les llegaba del trasvase tenían que repartirla con quienes cultivaban huertas ilegalmente.
Aquí está nuestro Tajo, enfermo y embargado.