Las cuentas de CLM arrojan un déficit estructural del 0,3%

L.G.E.
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Castilla-La Mancha cerró 2022 con 1,9% de déficit, pero Fedea apunta a un mayor equilibrio presupuestario en función de la estimación de las liquidaciones del sistema, que se pagan a posteriori

Sede de la Consejería de Hacienda, que en estos momentos está en obras. - Foto: David Pérez

Castilla-La Mancha cerró 2022 con un déficit del 1,9% del PIB, es decir con una diferencia negativa de 515 millones entre lo que ingresó y lo que gastó. Este dato suponía un retroceso en comparación con la cifra del año anterior, pues en 2021 Castilla-La Mancha fue una de las regiones con superávit, con un 0,2% del PIB. Y además en 2022 la comunidad autónoma arrojó un déficit bastante superior a la media, que estuvo en el 1,1%. Junto con Asturias, Canarias, Cantabria o Extremadura, Castilla-La Mancha fue de las regiones que mostraron mayor «deterioro del saldo presupuestario», tal y como subraya el último estudio de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada Fedea. 

Sin embargo ese dato del 1,9% de déficit no reflejaría lo que sería el dato del déficit estructural de las cuentas de Castilla-La Mancha, que estaría mucho más bajo, en concreto en un 0,3%. Igualmente la región no habría conseguido un superávit en 2021, sino que habría tenido un déficit estructural del 0,4%. Se podría decir que quitando los factores coyunturales y extraordinarios que afectan a las cuentas de la Junta, la situación presupuestaria es de mayor equilibrio. 

Así se puede constatar con este estudio en lo que hacen precisamente es 'limpiar' al dato del saldo presupuestario de esos factores que lo desdibujan.Por ejemplo, lo ajustan con la financiación autonómica que le correspondería a ese año en cuestión. Según el sistema español, el Ministerio de Hacienda reparte el dinero a las autonomías según las previsiones de recaudación y es a posteriori cuando se pagan las liquidaciones en función del dato real. En 2022, por ejemplo, tuvo un impacto negativo las liquidaciones que se pagaron correspondientes al año 2020, el de la pandemia, pues fueron peores de lo previsto. El estudio de Fedea avisa de que para 2021 esas liquidaciones serán positivas un 0,7% en Castilla-La Mancha y en 2022 un 1,6%. 

Otro dato que corrigen es el de los gastos que denomina one-offs, que son operaciones que no son recurrentes, es decir, son ingresos o gastos extraordinarios. El coronavirus, por ejemplo, provocó muchas operaciones puntuales en 2021 en comparación con 2022.  Y además hay una corrección también aplicada al ciclo económico y a lo que afecta a los ingresos y gastos. Aquí Castilla-La Mancha, por ejemplo, tuvo menor impacto por el coronavirus que otras regiones más turísticas. 

Fedea parte, por tanto del 1,9% de déficit de Castilla-La Mancha en 2022, pero lo corrige con 2,6% del ajuste de liquidaciones, que juegan a favor, y con un -0,1% del efecto del ciclo económico y con un -0,8% de operaciones no recurrentes, que juegan en contra.  El resultado da ese 0,3% estructural, por encima de la media, que estaría en 0,2%.