«Es difícil negar, de forma racional, el Cambio Climático»

L.G.E.
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El delegado de la Aemet en la región dice que los estudiosos hablan de «una tendencia de más períodos sin precipitaciones, intercalados con otros de precipitación intensa». Apunta que «a largo plazo no se descarta que algún huracán nos pueda afectar»

Marcelino Rojo es el nuevo delegado de la Aemet en Castilla-La Mancha - Foto: Rueda Villaverde

Marcelino Rojo tiene que mirar ahora a los trabajadores de la Aemet en Castilla-La Mancha, a los que tiene que coordinar como delegado, o a los periodistas, con los que tiene que comparecer como portavoz. Durante años lo que ha hecho ha sido mirar al cielo, desarrollando un trabajo más científico, una labor que parece que ya está echando algo de menos en estos meses en los que ha tenido que cambiar de cometido. «A mí personalmente me gusta más el trabajo técnico», admite a La Tribuna, pero también subraya la importancia que tiene para la Aemet el trabajo que debe hacer el delegado y lo afronta con ánimo. «Es un cambio brusco, pero hay que hacerlo ¿no?». Marcelino Rojo estuvo en la Base Aérea de Los Llanos, en Albacete. «Hacíamos una predicción muy especializada para la aviación, para los pilotos de los cazas», cuenta. Luego pasó a trabajar en la investigación, centrándose en las capacidades de pronosticar el índice de riesgo de incendios a una semana vista. 

Antes de ser delegado de la Aemet, trabajó en la investigación de índices de riesgo de incendios. Parece que va a hacer falta cada vez más. ¿Se ha avanzado mucho en esta predicción?

Lo que pasa es que con el calentamiento global y, especialmente en zonas de clima mediterráneo como el nuestro, la temporada de incendios se alarga y la probabilidad de que se produzcan incendios más virulentos es más alta. Los índices de riesgo funcionan bastante bien, pero lo que hace falta son los medios para evitar que se produzcan los incendios. Es donde hay que invertir más. Hay otra área, en la que yo no he trabajado, que es el soporte meteorológico a las brigadas de extinción. Seguir el comportamiento meteorológico en la zona del incendio no es sencillo porque si es muy virulento normalmente es porque se da en topografías muy complejas y porque el incendio en sí mismo altera las condiciones meteorológicas. 

¿Qué red tenéis en la Aemet para hacer vigilancia del tiempo en una región tan extensa como Castilla-La Mancha?

Para Castilla-La Mancha por desgracia tenemos muy poco. Aemet siempre ha tenido una organización descentralizada y hace muchos años las delegaciones hacían referencia a las cuencas hidrográficas. Castilla-La Mancha estaba repartida. Había una delegación, aunque no se llamaba así, para el Tajo en Madrid. Había otra del Guadiana en Badajoz, otra en Valencia para el Júcar y en Murcia para el Segura. 

Cuando se decidió poner una delegación por comunidad autónoma se tuvieron que crear nuevas, que en general eran muy pequeñas, como en La Rioja, Navarra o Asturias, uniprovinciales. También se creó así Castilla-La Mancha, pero Castilla-La Mancha es completamente diferente. Es una de las delegaciones más extensas de España y sin embargo no se le dotó de los mismos medios que tenían sus antecesoras. Era una delegación nueva, con pocos medios y con una amplia extensión de territorio. Seguimos dependiendo del resto de delegaciones. No tenemos climatología, no tenemos 'estudio y desarrollo', no tenemos sistemas básicos. Para todo eso dependemos de Madrid, o si son estaciones limítrofes, nos atiende Valencia o Murcia.

Una región extensa y con sus peculiaridades. ¿Qué es lo que caracteriza a nuestro clima?

En precipitación es bastante irregular. No es comparable con otras zonas de España. En el oeste de Castilla-La Mancha, en la zona de Ciudad Real, la precipitación suele llegar más abundante sobre el otoño, invierno, principios de primavera, con los frentes atlánticos que entran. Las borrascas que se generan en invierno entran por el este, pero se van desgastando y no se sabe sin va allegar al centro o al oeste de Castilla-La Mancha. A Albacete muchas veces no llegan. 

Hay otro régimen de precipitación en otoño, cuando el Mediterráneo está muy caliente y entran masas de aire más frío. Se producen gotas frías, precipitaciones otoñales más abundantes, que afectan sobre todo al sureste. Pueden extenderse al oeste, pero no está muy claro hasta dónde. La precipitación en Castilla-La Mancha es irregular y depende bastante incluso de las tormentas de verano. En el centro de la Mancha a veces cuando más precipitación se recibe es con las tormentas del verano. 

Cuando tenéis que dar alertas naranjas o rojas en la Aemet ¿hay mucha presión? Si no la dais y se producen complicaciones, se trata de mucha responsabilidad. Y si la dais y no es para tanto, hay quien se podría quejar por 'meter miedo'...

En Castilla-La Mancha no tenemos personal para hacer ese pronóstico. Se hace en Madrid. El predictor en principio intenta hacer la predicción lo mejor posible, con sus conocimientos y con los datos que tiene. En eso no hay ninguna presión. Después, lo que pase en la realidad no tiene por qué ser exactamente lo que se ha previsto. Hoy en día las capacidades de predicción han aumentado mucho y los avisos que está poniendo la Aemet en general se cumplen. Cuando estás poniendo un aviso naranja o rojo es porque prevemos situaciones casi siempre muy problemáticas. Los usuarios profesionales de esta información, como puede ser Protección Civil o la aviación, conocen las limitaciones de la predicción y no presionan. Al revés, agradecen esta información. En la calle ya habrá para todos los gustos. 

Hemos estado muy pendientes de si finalmente llovía esta primavera. ¿Hasta qué punto estos períodos de sequía son excepcionales o forman parte de nuestro clima?

Es lo que comentaba de que nuestro clima se caracteriza por ser bastante irregular. Puede haber períodos de sequía más prolongados o intercalados con precipitaciones, porque no siempre los frentes que entran las dejan, sobre todo en la parte de La Mancha- Este año en concreto se produjo un período sin precipitaciones bastante extenso porque desde mediados de diciembre hasta finales de mayo ha llovido muy poquito y ha acabado con los cultivos de secano. Hace muchos años no sucedía algo así. Muchos estudiosos apuntan a que en nuestra zona, en la cuenca del Mediterráneo, la tendencia con el Cambio Climático es que se produzcan más períodos sin precipitaciones, intercalados con períodos de precipitaciones intensas. Es un poco lo que estamos viendo ahora, pero haría falta un poco más de tiempo y de observación de lo que está pasando para decir si es una tendencia o no. 

Lo que nos sorprende a los ciudadanos, últimamente lo asociamos al Cambio Climático, ya sea una sequía, una lluvia torrencial, una ola de calor o una nevada como Filomena. ¿Qué se puede adjudicar al Cambio Climático y qué no?

Si se observa suficiente tiempo, durante una década, dos décadas, se puede llegar a una conclusión más robusta. Al final el clima también tiene su variabilidad y hay ciertos períodos de sequía, años más cálidos, más fríos... eso seguirá habiéndolo. Hay que separar eso de las tendencias más a largo plazo. 

En temperatura prácticamente nadie lo duda ya: la temperatura está aumentando y es un hecho observable. Hay fotógrafos que han estado fotografiando glaciares en las mismas fechas año tras año y se ve cómo retroceden o la banquisa, el hielo del Polo Norte, se ve cómo va quedando menos. Es un hecho palpable. Después ya no es tan sencillo decir las consecuencias que puede tener ese calentamiento global en otros aspectos del clima. Es muy complejo porque hay muchos factores interrelacionados. La meteorología al fin y al cabo es una forma de repartir calor del Ecuador a los polos y eso se hace con los vientos, los frentes, las tormentas. Si alteramos la temperatura del planeta, se verá probablemente afectada la forma en que se reparte ese calor, los vientos y las precipitaciones. 

¿Qué le diría a los negacionistas?

Veo difícil que pueda haber, de forma racional, un negacionista del Cambio Climático. Otra cosa es que alguien pueda aducir que las causas que se están exponiendo para que se produzca el Cambio Climático no sean esas, sino otras. A día de hoy no creo que haya una explicación más lógica que la que se está dando del aumento de gases de efecto invernadero. Si alguien viene con una explicación más lógica, pues habrá que escucharle, pero lo que no se puede negar es que hay un calentamiento global y un Cambio Climático.

Cuando antes hablábamos de gota fría, parecía que solo afectaba al Levante. Y ahora que hablamos de DANA también nos toca a nosotros...

Sí, nos puede afectar. Se denominaban gota fría en su día y creo que se cambió la denominación porque se estaba asociando con meteorología severa y perjudicial para la población y no tiene por qué. La gota fría son bajas presiones que en altura se separan de la circulación general y muchas veces son beneficiosas, con precipitaciones que vienen muy bien. A veces cuando se producen bajas aisladas en otoño con un Mediterráneo muy caliente, en el Levante puede producir precipitaciones muy intensas, pero otras veces no. En otra época del año, estas DANAs lo que hacen son producir precipitaciones moderadas, que son muy bienvenidas. 

¿Les toman en cuenta a los meteorólogos para temas urbanísticos?

Creo que sí. Cuando se hace una obra pública, se hace un estudio de probabilidad de que se produzcan ciertos fenómenos meteorológicos muy virulentos, con precipitaciones máximas que ha habido en cien años y períodos de recurrencia. La Aemet tiene hechos sus estudios para que a partir de ahí puedan hacer los cálculos. Otra cosa es que después siempre haya el abuso de ir cogiendo urbanísticamente zonas de cauces y demás.

Un grado de temperatura más puede afectar a la flora, a la fauna, nuestros cultivos. ¿Veremos el paisaje y el campo de Castilla-La Mancha cambiados en una o dos décadas?

Es difícil de saber. Sí puede haber problemas, por ejemplo, en la polinización de las plantas si esos pequeños cambios de temperatura hacen que se desacople el momento en que aparecen los insectos y el de la floración. Esto es muy complejo y cualquier cambio puede afectar. Al final hay adaptación de las especies y de los agricultores, que harán lo posible para adaptarse a la nueva situación. 

A la Aemet le está saliendo competencia con páginas web, aplicaciones, redes sociales ¿de quién nos tenemos que fiar?

Yo me fiaría siempre de la Aemet porque es un organismo estatal y con total fiabilidad. Posiblemente a veces los pronósticos no son certeros, pero no es porque la Aemet no ponga los medios, sino porque la meteorología tiene siempre algo de caótica. La Aemet tiene que producir una meteorología básica y necesaria, que haya ciertos aspectos que el Estado tiene que tomar como es la protección de vidas, todas las relaciones internacionales... Después que haya estudiosos que hagan sus trabajos o su propia proyección, yo lo veo bien. Pero que el ciudadano sepa que hay un organismo que es del Estado, que es el que vela por que se hagan predicciones acorde con los conocimientos que se tienen hoy en día. 

Entiendo que de recursos, metodología, rigor no hay nada comparable en España a la Aemet...

Esa labor no produce beneficios. Todo lo contrario. Dedicar a personas a hacer seguimiento de la situación continuamente para intentar conocer si alguna zona se va a ver más afectada por las tormentas es algo que en principio no hay dinero para pagarlo. En España lo paga el Estado. 

¿Hay mucho bulo meteorológico?

Sí, hay bulo meteorológico. La predicción meteorológica ha mejorado mucho en los últimos años, sobre todo porque hay mucha mejor observación por satélites. Incluso los aviones tienen sus medidores de temperatura y humedad y envían esos datos. También han mejorado muchos los ordenadores, los centros de cálculo. Se ha conseguido que la predicción vaya siendo muy fiable, antes era a un día, ahora son a cinco, diez días. 

Sin embargo, en la predicción a más largo plazo, para el mes o la estación que viene, no se consiguen grandes fiabilidades, sobre todo en nuestras latitudes. Nosotros hacemos proyección estacional y en general están teniendo fiabilidad en las temperaturas porque estamos en un proceso de calentamiento global, así que si dices que la temperatura va a ser más elevada que la media, lo más normal es que se acierte. 

Cuando hay incertidumbre hay una ventana para que puedan entrar predicciones que se hacen de todo tipo, como las cabañuelas que se hacen en agosto. Pero aunque en la Aemet no acertemos en la predicción, el camino es científico e intentamos ir mejorando poco a poco y acertando. Las cabañuelas no tienen sentido científico, es una creencia popular. 

A veces parece que se tiende también un poco a la exageración. En España hay algún tornado muy pequeñito, no son comparables a los de Estados Unidos. Hace treinta años también había, pero posiblemente quien estuviese en el campo, lo veía, se lo contaba a los amigos y ya está. Ahora lo graba con el móvil y se entera todo el mundo. Es muy difícil que se produzca un pequeño tornado que no haya sido grabado y parece que hay más.

¿Hay riesgo de que los huracanes que se forman al otro lado del Atlántico acaben llegando a España?

Los huracanes que nacen en la zona ecuatorial del Atlántico algunos viajan hacia el Caribe, pero alguno puede ser que viaje hacia nosotros. En los últimos años ha llegado alguno más cerca. A largo plazo no se descarta que algún huracán nos pueda afectar. En Aemet se está potenciando, dentro de lo que cabe porque los recursos son finitos, el estudio de la meteorología tropical y este tipo de fenómenos.

Hablamos de calentamiento global, pero en el historial de nuestro planeta tenemos glaciaciones, aunque sean de milenios atrás. ¿Cuándo podría venir la siguiente? ¿Y llegaría de forma gradual?

La historia de las glaciaciones al final las consiguió explicar Milankovitch, que las relacionó con variaciones geométricas del ámbito de la Tierra, de inclinación del eje. Eran causas astronómicas. Para la vida humana es muy a largo plazo. Sin embargo, este Cambio Climático que estamos viviendo nosotros es a mucho más corto plazo. No es comparable. 

Es decir, que una glaciación nosotros no la veremos, pero el calentamiento del planeta ya lo estamos sufriendo...

Exactamente. Y en unas pocas décadas puede crear muchos problemas. El ser humano como especie puede vivir una glaciación, pero nosotros como individuos, particularmente no la veremos.