"No podemos juzgar a los antepasados con los ojos del s. XXI"

S.L.H.
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«Pedro Sánchez ha convocado elecciones porque a quien teme es a su partido»

Antonio Pérez Henares, periodista y escritor, acaba de publicar su última novela 'La Española'. - Foto: HarperCollins

Antonio Pérez Henares nació en Bujalaro (Guadalajara) en 1953. Escritor y periodista desde los dieciocho años, ha escrito varias novelas históricas o de viajes como 'La tierra de Álvar Fáñez'; su trilogía basada en la prehistoria peninsular, compuesta por 'Nublares', 'El hijo de la Garza' y 'El último cazador'; o 'Un sombrero para siete viajes' y 'El pájaro de la aventura'. Ahora sorprende al público con 'La Española', donde recupera una parte de la historia que algunos quieren olvidar -el descubrimiento de América- y donde también da vida a las siete ediciones de la Ruta Quetzal que compartió con Miguel de la Quadra- Salcedo. 

'La Española' es una novela histórica que nos habla de los orígenes de Hispanoamérica, pero también del mestizaje, el valor y el honor. ¿Cuál fue su origen?

'La Española' es una novela que narra el inicio del descubrimiento, la exploración y la conquista de América. Trazar lo que fue el más transcendental de la historia de la Humanidad. ¿Se puede imaginar un mundo sin América o sin el Pacífico o sin la vuelta al mundo? Es imposible. Este viaje tuvo una transcendencia inmensa. Sí, llegamos a la luna. ¿Eso ha afectado a la vida de la gente? Pues muy poco. Sin embargo, lo de América cambió absolutamente la percepción que el mundo tenía sobre sí mismo y todos los elementos que hoy nos son tan cotidianos como una tortilla de patatas, porque aquí no existía la patata. 

Luego, los personajes que en un momento determinado, y ahí en esa isla llamada por nosotros La Española, ahora Santo Domingo y Haití, había un momento determinado de la historia una serie de protagonistas que hoy son historia universal. No solo los Colón, si no los Pinzón, o vasco Núñez de Balboa, o Alonso de Ojeda 'el conquense' o Ponce de León o Pizarro. Todos ellos se dieron cita en un momento determinado en ese lugar y, verdaderamente, es un momento prodigioso de la historia del mundo. 

Veo que tenía muchas ganas de meterte en esta aventura…

Es una novela que he madurado a lo largo de mucho tiempo porque, al mismo tiempo que está muy documentada, está también documentada sobre el terreno. Hice siete expediciones con Miguel de la Cuadra Salcedo y algún Camel incluso; y por mi cuenta también hice expediciones por esos lugares siguiendo esas rutas. Es una novela muy vivida en cierta manera. 

Y muy coral también.

En aquellos viajes recuerdo que íbamos siempre leyendo los propios diarios porque hay documentación buenísima del propio Colón, de su hijo Hernando, de la compañía del cuarto viaje, de Cortés… Todos ellos escriben y cuentan esa peripecia. Creo que el autor de la novela lo que tiene que intentar es poner vivencias, personalidad, personajes de ficción que, en un momento determinado, pueden aportar y crear interacción entre los personajes. Se trata de configurar una historia bien contada y que la gente pueda acercarse a ese momento único, huyendo de la leyenda negra que nos persigue con una cantidad de mentiras y atrocidades, pero también de la leyenda rosa de pretender que aquello fue angelical. Las cosas hay que mirarlas desde el rigor histórico de los hechos y, sobre todo, no con los ojos de ahora que es la estupidez a la que estamos entregados, juzgando los hechos de nuestros antepasados precisamente con los ojos del siglo XXI y, en ocasiones, con las modas del siglo XXI. Ahí no se salva nadie de la Humanidad, desde el Homo habilis hasta ayer mismo. 

Cierto, el comportamiento humano, las reglas marcadas... Todo eso ha cambiado mucho en los últimos siglos, ¿no?

Por ejemplo, la esclavitud era algo tan absolutamente normalizado desde el Neolítico. ¿Cuál es el avance que hace la Reina Isabel? Como esas gentes son súbditos de la Corona de España, los súbditos de esa Corona no pueden ser esclavos. De ahí viene una primera cuestión que fue clave en lo que luego serían las Leyes de Indias y de defensa de los indígenas.  

 ¿Nos queda aún mucho por conocer del descubrimiento de América?

Sí, pero hay que hacerlo desde el rigor y el conocimiento y sin ocultar tampoco. Fundamentalmente el decrecimiento de la población indígena, que fue brutal, fue consecuencia de las enfermedades que la gente llegada de Europa llevaban. Ellos estaban inmunizados y los indígenas no y murieron como chinches. Eso es verdad, pero esa fue la causa esencial; también lógicamente las guerras y las matanzas. No puede juzgarse a estos hombres por los parámetros de ahora, ellos vivían en otros. Por ejemplo, conquistar los reinos en nombre de Su Majestad no solo era ético y normal, si no maravilloso de hacer. Nadie cuestionaba eso, ninguna nación europea. Que la idea de Dios era algo importantísimo y que evangelizar a los indígenas era algo altruista y maravilloso y, por supuesto, la codicia, la ambición, el oro y el poder como pasión humana.  

Estas dos últimas no han cambiado mucho. El ser humano sigue codiciando oro y poder.

Sí, en eso no hemos cambiado en absoluto. Pero hay elementos que dentro de esa escala de valores… Por ejemplo, las Leyes de Indias: 'No se puede esclavizar a los indígenas'. De acuerdo. Pero la Corona mandaba a sus comisarios que eran los religiosos a controlar que las leyes de la Corona se cumplieran. ¿Cómo se incumplían? Hecha la ley, hecha la trampa. Si resultan que son rebeldes alzados y se levantan contra la Corona, entonces se combate con ellos y se les puede esclavizar. Había conquistadores que decían que todos eran alzados con tal de ponerles el hierro de la esclavitud encima. Y eso sucedía. Un ejemplo de canalla fue el fundador de Guadalajara, en España, Núño Beltrán de Guzmán. También es verdad que, al final, las Leyes de Indias te caían encima. Llegó allí el primer virrey de la nueva España, descendiente de los Mendoza de Guadalajara, Antonio de Mendoza. Llegó y también llegaron las audiencias. Los jueces lo cogieron prisionero, lo juzgaron, lo condenaron, lo mandaron para España y Núño Beltrán de Guzmán murió preso en Torrejón de Velasco por las atrocidades que cometió. ¿Cuándo se ha establecido, en cualquiera de las atrocidades cometidas por los indígenas, que la metrópoli sancionara o encarcelara o, hasta en momentos determinados ajusticiara, a quienes cometían esas atrocidades? Ninguna. Es más los hacían Sir o les daban un título en Inglaterra.  

¿Tiene ya en mente el próximo capítulo histórico que novelará?

En mente está siempre, pero ahora tengo que dedicarme sentimentalmente a esta. En cuanto acabe la larga tarea de promoción, volveré a mi monte en la sierra de Altomira, en mi Guadalajara natal, y ahí y en otros sitios de lo que es la vieja Castilla voy a empezar a documentar lo siguiente. Puedo decir que será una imagen del mundo medieval muy desconocido y muy contradictorio con lo que se nos ha contado de la vida del medievo como una cosa negra, oscura y siniestra. Está tan en los albores… No me he puesto todavía ni a escribir las primeras líneas. La documentación la empezaré ahora. En cuanto pueda huir al monte, que es lo que quiero hacer cuanto antes. 

¿Cree que la función de la novela histórica va más allá del puro entretenimiento?

Creo que escribir siempre va más allá del entretenimiento, no es que tenga una voluntad de transformar el mundo, pero siempre va más allá del entretenimiento. Quieres contar alguna cosa y, en este caso, quieres poner luz. Pero luego hay un elemento, lo que te gusta es escribir, transmitir, no solo historias, si no también emociones, vidas, leyendas, pulsiones y belleza a tus lectores. Esto de escribir para uno solo… Yo escribo porque es mi pasión desde niño, no porque se me haya ocurrido ahora. He sido y sigo siendo desde hace muchísimos años periodista, he escrito siempre ficción, no ficción, viajes… porque mi pasión ha sido escribir y siempre he entendido el periodismo y la literatura como dos brazos de un mismo río que se nutren de algo que es común, la palabra. Digamos que no soy un escritor de ocasión o de oportunidad, si no de vocación muy antigua, vamos, desde niño. Pero independientemente de que me apasione escribir, entiendo que escribir es compartir, por eso escribimos y por eso buscamos que nos lean. 

Actualmente es el presidente de la asociación Escritores con la Historia que fundó hace ya cuatro años y que agrupa a cerca de 50 escritores de novela histórica entre los que están los más relevantes del género. ¿Cómo va ese proyecto?

Va muy potente. El broche de oro que le hemos hecho al ciclo del Ateneo ha sido tremendo, han pasado seis, siete escritores de primera división. La novela histórica tiene un atractivo increíble en España, es el género más escrito y leído. La Asociación va avanzando muchísimo, hacemos cosas por toda España. La siguiente será en El Escorial, el curso de verano que un año más haremos. 

Pero hay más cosas en proyecto y en cartera y, desde luego, hay ciudades que tienen para nosotros un singular atractivo como puede ser Toledo. Espero que se le pueda prestar y podamos coadyuvar en todo lo que podamos en algo que es poner en valor la historia de una ciudad porque eso pone también en valor la historia de una nación, de sus gentes y de sus momentos, de sus monumentos, de sus lugares históricos y artísticos que atraen a visitantes de todos los lugares del mundo. Hay sitios a los que les hace falta y, si es menester ahí estaremos, colaborando y aportando lo que podamos a la historia desde la novela. Lo estamos haciendo en muchísimas ciudades y con un éxito importantísimo. De hecho, estamos desbordados los 60 escritores que en estos momentos la formamos de propuestas, tenéis que venir aquí o a allá, porque si algo es España es que es la historia más vieja de Europa.

 

«Pedro Sánchez ha convocado elecciones porque a quien teme es a su partido»

Como periodista, ¿qué lectura hace de los resultados de las elecciones autonómicas en Castilla-La Mancha?

Hay un elemento que le he llamado el 'Efecto Puertollano', que indica exactamente lo que ha sucedido ahí y lo que puede suceder en el futuro. ¿Dónde dio Sánchez sus dos únicos mítines? En Toledo y en Puertollano. Al ver los datos de Puertollano uno se queda pasmado, porque se produce un corrimiento de votos tremendo, un sitio que llevaba gobernado por la izquierda 44 años. El PSOE pierde la friolera de casi 3.000 votos. Es un porcentaje altísimo, que van a parar a la derecha, que fue muy fracturada la vez pasada por la fuerte irrupción de Ciudadanos. El PP se pone en 9.000 votos y alcanza el nivel de votación que había tenido tradicionalmente la izquierda. La gente castigó a Sánchez y a la gente que más se había significado por su apoyo al sanchismo, entre ellas  la alcaldesa de Toledo que, además, hizo un desfile de ministros. Lo que veo claramente son las ganas de buena parte de la sociedad española que liberarse de Sánchez. No sé si eso se mantendrá. Los resultados en muchos municipios han sido muy claros. Ha sacado muchos más votos Emiliano García-Page que las gentes que, en un momento determinado, han estado vinculados al sanchismo. Eso puede ser una buena lección para el futuro.

¿Y qué lectura hace de lo sucedido con la derecha?

La derecha ha conseguido plazas importantísimas, pero cuidado, el fiasco del candidato a las autonómicas del PP ha sido monumental. La suma ha estado a punto de quitarle a Emiliano la Junta, pero los resultados del candidato del PP han sido penosos, a unos niveles que no entiendo cómo puede mantenerse anclado, supongo que hasta que pasen las elecciones generales. 

Desde hace semanas suenan algunos nombres para suceder a Paco Núñez. ¿Qué opina?

Me imagino que le habrán dicho que no dimita hasta que pasen las elecciones generales. En plata, más vale que el PP se lo haga mirar. Ha dado un avance enorme pero ha sido a costa de Vox que ha emergido con una fuerza tremenda. Entre que algunos suyos eran realmente competentes y han dado una buena batalla como ha sido el caso de Carlos Velázquez en Toledo. Por si la gente no lo recuerda, fue aquel joven que fue el único capaz de enfrentarse en unas primarias, sin apoyo de nadie, al actual presidente regional del PP. Y hoy es alcalde de Toledo. Algunos que apoyaron a Núñez podrían reconsiderar determinadas cosas.

¿Qué cree que ocurrirá el 23-J?

Estoy viendo las encuestas de verdad, no la intoxicación sistemática que hace el CIS. A alguno le diría que tenga cuidado porque la gente tiene claro que lo que quiere en estos momentos. Y vuelvo al 'Efecto Puertollano' porque la gente que castigó al candidato alcalde, no estaba castigando al candidato alcalde, estaba castigando, y era bien claro, a Pedro Sánchez y a su ministra portavoz, la exalcaldesa. Si han castigado por persona interpuesta, crees que ahora van a decir: 'No, no, no, vamos a votar en masa a Sánchez'. En estos momentos lo que se está castigando a Sánchez es habernos mentido tanto y tantas veces y a todas horas a los españoles y eso no se borra.  

¿Cree que se ha equivocado adelantando las elecciones? 

No, no se ha equivocado. A él le da igual lo que le pase a su partido. Él ha pensado en su pellejo como ha pensado siempre. Ha sido una huida hacia delante a ver si puede aprovechar alguna cosa, pensando que cuanto más tarde era peor para él. Ha convocado las elecciones porque a quien teme es a su partido. Para no asumir su responsabilidad en el desastre de las pasadas elecciones es para lo que ha convocado las generales. Sánchez no es un líder, él cree que es un caudillo. Hizo unas primarias, que son los plebiscitos, los referéndum, y como ya me han dicho los míos que tal, pues no hay Comité Federal ni nada. Mando yo y punto. Eso es a lo que está jugando ahora. ¿Qué campaña está haciendo? La campaña de 'yo, mi, me, conmigo'. Se vota a Sánchez o no. Pienso, a tenor de lo que se ve, que se va a llevar un sartenazo bastante considerable. Lo que ocurre es que Sánchez no se dio cuenta de cómo fue creciendo un enfado contra él. No fue consciente. Vive en la realidad paralela de Moncloa. Apelo al 'Efecto Puertollano', pero él no se lo habrá creído. Él solo cree lo que dice Tezanos.