Fernando Lussón

COLABORACIÓN

Fernando Lussón

Periodista


La prueba del pato

15/12/2023

Si un ave nada como un pato, camina como un pato y parpa como un pato, ¡seguramente es un pato! Este test es perfectamente aplicable a la decisión del Partido Socialista de Navarra de votar a favor de una moción de censura de EH Bildu en Pamplona para descabalgar a la actual alcaldesa de Unión del Pueblo Navarro, Cristina Ibarrola, por el independentista, Joseba Asirón, que ya fue regidor de la ciudad entre 2015 y 2019, porque las evidencias están ahí.

Por muchos intentos que realicen los dirigentes socialistas nacionales y forales de desligar ese movimiento del apoyo de EH Bildu a la investidura de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno, y más por ser el único pacto del que no existe documento escrito que se conozca de forma pública sobre el coste político de ese voto favorable, es difícil de rebatir que, dada la proximidad de los acontecimientos y cuando todos los socios de Sánchez se han puesto manos a la obra para cobrar el importe pactado, el Ayuntamiento de Navarra no entrara en el quid pro quo, lo mismo que el apoyo de EH Bildu para que la presidenta socialista de Navarra, María Chivite, se mantuviera en el cargo. En la situación política de Navarra -trueque de gobierno foral por alcaldía- es evidente que el PSN está nadando como un pato.

La gestión de los tiempos es muy importante. Pedro Sánchez prefiere tragarse todos los sapos y todas las contradicciones entre lo que dijo y lo que hace lo más rápidamente posible, como la ley de amnistía acordada con los independentistas, o los pactos con EH Bildu que supuestamente los abertzales concedían gratis para que hubiera un gobierno progresista. Las prisas vienen impuestas, además, porque las elecciones autonómicas vascas están a la vuelta de la esquina y al Partido Socialista de Euskadi no le interesa que la campaña se centre en cuál será su opción tras el cierre de las urnas, si ganan los independentistas, dado que de sus escaños dependera el signo del próximo gobierno vasco, a pesar de que su líder, Eneko Andueza, se ha comprometido a que con sus votos no habrá un lehendakari de EH Bildu. Es decir, que el pacto con EH Bildu venía con letras giradas, y que una vez más los socialistas han saltado una línea que afirmaron que nunca traspasarían mientras EH Bildu siguiera sin condenar la violencia de ETA. De manera simultánea, Sánchez sella su acuerdo con el PNV garantizándole su presencia al frente de la Lehendakaritza, pone una vela a Dios y otra al diablo, y conforma a sus dos socios vascos necesarios para garantizarse su apoyo parlamentario.  Todo ello vendría a demostrar que también el PSOE camina como un pato.

Las argumentaciones sobre el bloqueo en el Ayuntamiento de Pamplona por la incapacidad de la alcaldesa de encontrar puntos de acuerdo con el resto de los partidos, que se intente circunscribir la moción de censura a una cuestión de ámbito local cuando ha tenido consecuencias en la política nacional desde el primer momento -la reunión entre Sánchez y Feijóo está en el aire, y hay pocas posibilidades de que se alcancen acuerdos-, o las advertencias apocalípticas de que se trata del primer paso para la anexión de Navarra al País Vasco -la disposición adicional cuarta de la Constitución no lo impide- son graznidos que confirman que entre Pamplona y Madrid anda un pato suelto.