La Sociedad Toledana de Estudios Heráldicos y Genealógicos entregó en el salón de plenos de la Diputación provincial sus segundos premios José Antonio Dávila, unos galardones que recayeron en Feliciano Barrios, la revista Crónica Mozárabe y en la colección de cerámica heráldica de Ángel Sánchez-Cabezudo. El diputado provincial de Cultura, Tomás Arribas, ejerció como anfitrión del evento.

El presidente de la sociedad, José María San Román, valora la importancia de estas «ciencias complementarias» para el conocimiento de la historia. «Tienen una gran repercusión en el estudio de otras ciencias; hay mucha transversalidad en ellas y aportan un sentido metafísico que va más allá de su propio objeto y ofrece grandes posibilidades», apunta.

San Román es uno de los impulsores de la restauración de la sociedad, una asociación fundada en 1981 y que vivió un «periodo de latencia» de tres lustros. Un grupo de toledanos apasionados por la heráldica apostó por revivir la entidad en 2019. Profesionales de diversas áreas del conocimiento integran una institución que apuesta por la divulgación de sus actividades y hallazgos. En próximas fechas, se iniciará la publicación de Tazmía, la revista de la sociedad.

Los tres premios concedidos homenajean la memoria de Dávila, un abogado nobiliarista y genealogista que propició, entre otros logros, la restauración de la mozarabía toledana. «Estos premios son un honor a él por su grandísima labor cultural con la ciudad», detalla San Román. Andrea, nieta del refundador de la Hermandad Mozárabe, participó de la solemne sesión y agradeció las distinciones entregadas con la inscripción de su ancestro.

Las tres condecoraciones reconocen, cada año, un servicio destacado en las categorías de persona física o jurídica relevante en genealogía o heráldica; publicación de singular interés en esta rama del saber; y proyectos de interés, restauración o investigación. Se trata de «tres premios a tres hitos de excepción y para tres personas extraordinarias con proyectos extraordinarios».

Barrios, catedrático de la UCLM jubilado hace pocas semanas, recogió una distinción que reconoce una larga carrera investigadora. De Crónica Mozárabe se destacó su creciente importancia académica y de Sánchez-Cabezudo sus 250 piezas de cerámica heráldica datadas entre los siglos XVI y XX.