El tesoro escondido: la única piscina natural

J.Moreno
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El Ayuntamiento de Robledo del Mazo invierte en adecentar el vaso y en la construcción de un solárium para solaz de los bañistas del arroyo Linchero, en Piedraescrita

El tesoro escondido: la única piscina natural

Los ayuntamientos de la provincia difunden estos días la fecha de apertura de las piscinas municipales, como elemento fundamental para pasar el verano en el centro de la Península Ibérica. También, como imán para la visita de los allegados de los pueblos, multiplicados durante estas semanas. Pero el único consistorio que oferta una piscina natural es Robledo del Mazo. Única y muy escondida, se abastece del arroyo 'Linchero', que desemboca en el Guadiana.

Construida hace más de 40 años, conserva todavía el recogimiento de los lugares retirados y vírgenes. Por ejemplo, el Valle del Gévalo, que comprende a Robledo del Mazo y sus cuatro pedanías (Las Hunfrías, Robledillo, Piedraescrita y Navaltoril), ofrece uno de los parajes más excepcionales de la provincia, la Garganta de Las Lanchas, sin un alojamiento en ninguno de los núcleos.

El Ayuntamiento de Robledo del Mazo ha preparado el inicio de la temporada con unas obras en el vaso de la piscina natural y la instalación de una estructura de madera que funcionará a modo de solárium en plena naturaleza. La infraestructura resultaba mínima hasta ahora y era difícil hasta extender cómodamente las toallas, pero los visitantes pueden disfrutar ahora más fácilmente de unos baños en plena naturaleza.

El tesoro escondido: la única piscina naturalEl tesoro escondido: la única piscina naturalLa piscina natural, la única de la provincia al margen de las zonas de baño del Alberche y de las lagunas de Villafranca de los Caballeros, ocupa una superficie aproximada de unos 50 metros cuadrados, a un kilómetro del núcleo urbano de Piedraescrita, una minúscula pedanía de Robledo del Mazo conocida principalmente por la ermita con un sobresaliente conjunto de azulejos seculares de cerámica de Talavera.

El Ayuntamiento de Robledo del Mazo y el puñado de vecinos de Piedraescrita se reparten el cuidado de la piscina natural. El consistorio acondiciona el recinto cada año para el disfrute de los bañistas, y este año se ha esmerado en adecentar el vaso situado en plena naturaleza. Además, durante el invierno, ha instalado esa superficie de madera junto a la piscina. Por su parte, los vecinos limpian el agua y hacen sueltas que duran todo el verano.

«No sé el año de construcción de la piscina, pero la conozco de siempre. Creo que cuando nací yo, ya existía», explica a este diario la alcaldesa, Ana Belén Galán, que cumplirá 50 el próximo año.

El Ayuntamiento de Robledo del Mazo quiere corregir la ausencia de alojamientos turísticos en las poblaciones, pero de momento, la tramitación de la reapertura del albergue 'El Linchero' va lenta. Se trata de un edificio localizado precisamente en Piedraescrita cuyas llaves entregó en septiembre de 2022 la Diputación después de siete años peticiones frecuentes del Consistorio. Desde 2013, la institución provincial dejó de usar el inmueble para los campamentos juveniles.

El lugar más popular del Valle del Gévalo está a unos 10 kilómetros de la piscina natural y recibe visitas también durante los meses de verano. La Garganta de las Lanchas es un pequeño valle boscoso recorrido por un arroyo que vierte sus aguas al río Gévalo, protegido por su valiosa variedad de especies amenazadas de flora y fauna,así como por su interés paisajístico, en el que destaca la presencia de varios saltos de agua. Declarada Microrreserva en mayo de 2003, con una superficie aproximada de 435 hectáreas incluida en la Red Natura 2000, forma parte del Lugar de Importancia Comunitaria (LIC) y de la Zona de Especial Protección para las Aves 'Montes de Toledo'. También forma parte del área crítica del águila imperial y de la cigüeña negra, tal y como destaca la Junta de Comunidades.

De esta manera, un propuesta ideal para estas semanas de verano consiste en una vuelta por la Garganta de las Lanchas, una visitaposterior a la iglesia de Piedraescrita y, por último, un baño refrescante en la única piscina natural de la provincia.