El hotel de La Cava no se construirá pegado al puente

Galán
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El suelo edificable de la parcela llega hasta la altura del puente, pero los encargados de realizar el proyecto decidieron alejarse del mismo por cuestiones paisajísticas

Promotor y arquitecto explicaron el proyecto a los empresarios locales.

«Conociendo el proyecto las opiniones serán más enriquecedoras». Con esa frase el arquitecto José Antonio Rosado inició su intervención ante los empresarios toledanos para mostrar algunos de los detalles del hotel a proyectar en La Cava.

En este sentido, Rosado comenzó explicando que en el Plan General de Ordenación Urbana de la ciudad de 1986 se contemplaba la Huerta de Solanilla como un parque urbano y que, desde entonces, de una u otra forma los diferentes gobiernos políticos de la ciudad han intentado integrar el río en la misma por esta u otras riberas del Tajo. 

De hecho, el arquitecto reveló que para obtener el visto bueno de la administración con el POM de 2007 se pactó una cesión de una parte de los terrenos en la que se humanizaría el entorno para generar una conexión verde. La misma conectaría desde el puente San Martín hasta Polvorines, unificándose con la actual intervención que ha realizado el Ayuntamiento de una senda peatonal que llega hasta la Fábrica de Armas. 

En cualquier caso, Huerta de Solanilla se dividiría en la zona edificable, la conexión verde que pasaría a ser titularidad municipal y la ribera o zona más cercana al río, donde no se proyecta ninguna actuación. 

Dicho esto, José Antonio Rosado afirmó que ellos son los primeros que buscan la protección paisajística, renunciando a una parte de la parcela edificable por estos motivos. Se trataría de los metros más cercanos a la carretera de Navalpino, por donde pasa el puente de La Cava.

Para defender la vía arquitectónica, Rosado puso algunos ejemplos de arquitecturas ligadas a la naturaleza en ciudades como Madrid, San Sebastián, Bilbao o Venecia. A la vez, también citó otras construcciones de la ciudad que en su día generaron polémica y que, años después, están integradas en la sociedad, como por ejemplo el Palacio de Congresos del Miradero,  el edificio de San Marcos o el remonte mecánico de Recaredo.