Editorial

Los jóvenes se emancipan en España cuando dejan de serlo

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La edad de emancipación de los jóvenes españoles supera los 30 años por primera vez en la historia. Dejar el nido familiar y asentarse en una vivienda propia (de alquiler, básicamente) llega de media cada vez más tarde y, según los últimos datos publicados por el Observatorio de Emancipación del Consejo de la Juventud de España, se han batido todos los récords desde que hay registros.

Tanto se retrasa la salida del hogar de los jóvenes españoles que la alcanzan cuando precisamente dejan de serlo. Y es que, con 30,3 años de media se supera la escala marcada en su día por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para delimitar la juventud: de los 10 a los 30 años.

La ironía del dato no debe esconder el drama que hay detrás. Los jóvenes siguen año a año retrasando su edad de emancipación y, además, cuando dan el paso se ven obligados a empeñar más del 80% de sus ingresos en pagar el alquiler de esa vivienda si quieren vivir en solitario.

Por eso mismo, uno de cada tres jóvenes que viven de alquiler se ven obligados a hacerlo en una vivienda compartida, según un Observatorio de Emancipación que, sin embargo, analiza el pasado 2022 y no cuenta con datos del Bono Alquiler Joven implantado por el Gobierno para tratar de frenar esta incongruencia en la que se ha convertido la emancipación juvenil en España.

Con todo, esas cifras también había que tomarlas con la debida precaución, porque, para terminar de rizar el rizo, los jóvenes que quieran optar a ese bono tienen que estar ya alquilando una vivienda, por lo que no puede considerarse como una ayuda directa a la emancipación.

Uno de los principales motivos de que la edad en la que los jóvenes optan por marcharse del hogar familiar siga subiendo es su poder adquisitivo. Aunque el salario medio de una persona joven subió un 4,6% a lo largo del pasado año (poco más de mil euros netos al mes), el precio de la vivienda de alquiler también hizo lo propio, aunque con más impulso, llegando a un 7,55% de subida que imposibilita aún más la emancipación.

La opción de compartir alquiler es por tanto la principal vía de los jóvenes para salir de casa, toda vez que el alquiler medio de una habitación era a finales de 2022 de 282,19 euros, el 25,9% del salario medio joven.

La cifra está en el límite de lo deseable, ya que todos los expertos en economía alertan de que el precio de la vivienda habitual no debe suponer más del 30% del salario de una persona.

Por último, el caso Español respecto a la emancipación sitúa al país muy por debajo de las cifras de sus socios europeos. La tasa de emancipación española fue del 15,9% de jóvenes en la segunda mitad de 2022, mientras que en la Unión Europea la tasa media de independizarse fue del 31,9%. El doble, nada menos.