Al igual que las estadísticas mundiales del Turismo internacional tienen su historia y su truco, para beneficiar a algunos países frente a otros. En España ocurre algo similar, para beneficiar a unas regiones sobre otras.
Castilla-La Mancha no deja de ofrecer grandes estadísticas turísticas en los titulares periodísticos, pero de los cierres de casas rurales, de agencias de viajes y empresas hosteleras no informa con tanto boato.
Vestir el cumpleaños de Támara Falcó ni promociona ni luce. Que la Film Comission funcione más como un chiringuito para un allegado al comisariado político del gobierno regional, que para atraer producciones y plataformas es un hecho del que tardará la marca Castilla-La Mancha en quitarse el 'capirote'.
Pero no todo está perdido, cabe la posibilidad de que todo lo que los empresarios turísticos emprendan funcione, siempre que la dirección General de turno no ponga sus zarpas ni mirada en ello.
Viven cercenando la verdad, como es la falta de apoyo e inversión al turismo de Castilla-La Mancha. Pero no es una exclusiva suya, apoyados por la anterior ministra Maroto y ahora por su sucesor Héctor Gómez, que para promover inversión con fondos europeos sólo le ha faltado pedir certificados de limpieza de sangre a los que han tratado de ser benefactores de la convocatoria pública. Una convocatoria de apenas 20 millones para repartir en proyectos de hasta un millón por candidaturas que, al menos, tenían que tener implantación en 3 comunidades autónomas.
Si el lector sale a la calle y echa cuentas, trescientos mil euros, aunque parezcan un dineral, son una nimiedad para un sector, el turístico, que supone hasta el 12% del PIB nacional.
Nos insisten, constantemente, que se invierten los fondos europeos, pero están quedando sin ejecutar por la falta de acción de la administración nacional y la regional de Castilla-La Mancha, es una pena, pero es la verdad, todo lo que digan en contra estará cercenando la verdad.
Y lo peor de todo es que en vistas de la situación a la que nos han abocado, las condiciones nacional y regional van a seguir por el mismo camino, ni invierten, ni dejan que el sector pueda llevar a cabo su labor de transformación y modernización. Total, una nueva oportunidad perdida para la infraestructura turística española y castellano manchega.