Por fin, las pruebas no federadas volverá a celebrarse en Castilla-La Mancha. Al menos, ya no estarán prohibidas por la Junta de Comunidades, que ha dado luz verde a estos eventos siempre que no se superen los 500 participantes.
De este modo, serán los ayuntamientos los que decidan, junto con los organizadores habituales, aunque tendrán que cumplir una serie de requisitos más, como es la puesta en marcha de un protocolo sanitario, además de contar con una declaración responsable.