Enrique Sánchez Lubián

En el Camino

Enrique Sánchez Lubián


Muñoz Molina, Morrison, Tena,…

20/04/2023

Si me viera en la tesitura de elegir cinco o seis libros para llevarme a una isla desierta, 'El jinete polaco' de Antonio Muñoz Molina sería uno de ellos. Se da la circunstancia, además, de que tengo su primera edición dedicada por él: «para Enrique, compañero de generación».
Siempre he considerado esta novela, con la que el escritor ubetense ganó el Premio Planeta en 1991, como un excelente retrato de quienes nacimos mediados los años cincuenta del pasado siglo, desarrollándose nuestra adolescencia y primera juventud en un municipio de tamaño medio (a caballo entre el provincianismo de una pequeña capital de la España interior y las carencias de los pueblos más rurales en aquel tiempo franquista) y que tuvimos la oportunidad de salir de casa para estudiar o trabajar fuera de allí. En esta obra hay pasajes en los que me siento plenamente reflejado y de ahí viene el sentido de esa dedicatoria que Muñoz Molina me escribió una tarde en la Biblioteca de Castilla-La Mancha, cuando a finales de 2019 le acompañé en la presentación de su libro 'Como la sombra que se va' y comentamos esas sensaciones personales.
En las páginas de 'El jinete polaco', como en tantas obras suyas, hay muchas referencias musicales. Gozosa, para mí, es la de aquellos 'Riders on the Storm', sobre los que galopaban Jim Morrison y The Doors, transportándonos a paraísos psicodélicos que no estaban en los parques de nuestros pueblos, sino en lugares lejanos como el florido San Francisco del verano del amor o la festivalera isla de Wight.
Entre las enriquecedoras aportaciones que la música nos da, está contribuir a conformar identidades generacionales y arraigar relaciones grupales. Para la mayoría de quienes nacimos en aquel tiempo, la radio fue la gran ventana que amplió nuestros horizontes sonoros más allá del cancionero hispano. Beatles, Rolling, Them, Creedence, Dylan, Cohen, Clapton, Mayall Chicago, Davis, Santana, Who,… y tantos otros a quienes aún sigo escuchando mientras escribo, camino o corro, y cuyas canciones incitan hoy sincera gratitud al recién fallecido Carlos Tena, polifacético, gamberro, caustico y transgresor preceptor musical, por cuantas puertas sonoras nos abrió y tantos nuevos ritmos nos descubrió. Chao, 'dandi del rock and roll', que como tal te ha despedido algún periódico en estos días. ¡Auanbabulubabalambambú!