Una 'mili' en hierba

C. de la Blanca (SPC)
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Alcaraz, con la vista puesta en Wimbledon, domina el 'pasto' antes que los más grandes

El español celebra un punto en Queen’s. - Foto: Europa Press

La hierba es la superficie más especial del tenis. No todos los grandes jugadores, dominadores sobre la arcilla y en pista dura, pudieron brillar sobre el 'pasto'. Sí, lo hicieron los mejores de la historia, el 'Big Three'. Roger Federer, Rafa Nadal y Novak Djokovic, cada uno a su manera, alzaron títulos sobre el 'manto verde'. Sin embargo, cuando los aficionados se resignaban a presenciar un tenista que desafiara al orden establecido hace ya años, Carlos Alcaraz apareció para romper todos los moldes.

Federer necesitó cuatro años y 32 partidos para cantar su primer éxito en hierba. Nadal, cinco y 38. Djokovic seis y 48. Todos se acostumbraron realmente rápido a un pavimento demandante, no deslizante y donde los golpes efectivos en tierra batida, gira anterior, no sirven para dominar los partidos y levantar títulos.

La 'santísima trinidad' de este deporte fue otra vez tuteada por Alcaraz. El murciano precisó de dos años y 11 encuentros para besar su primer trofeo en Queen's. «Venía aquí para coger experiencia, tener horas en pista, poder entrenar con los mejores y la verdad es que ganar el título es algo que ni me planteaba. Estoy muy contento de esta semana», reconoció el español.

Todo cuanto rodea al de El Palmar es prematuro. A sus 20 años, ya ha demostrado un pleno dominio en todas las superficies, confirmándolo con trofeos. La pista rápida fue la que le dio las primeras alegrías, allá por el US Open de 2021, donde se presentó al mundo para, una temporada después, triunfar en Flushing Meadows.

Luego llegó el polvo de ladrillo, en el que se adueñó del Conde de Godó de Barcelona y del Mutua Madrid Open. En Roland Garros, solo los nervios le alejaron de agrandar la leyenda.

En hierba estaba la verdadera prueba de fuego. Seis duelos había disputado Alcaraz cuando aterrizó la pasada semana en Londres para afrontar la cita de Queen's. Sin duda, el 'pasto' era la superficie que aún tenía pendiente de domar, y lo consiguió en una 'mili' exprés en la que, una vez más, demostró su enorme capacidad de adaptarse a todo.

Un poco de todos

En la cita británica, el murciano dudó ante Rinderknech, un rival que había aparecido en su camino de forma repentina tras la retirada de su primer adversario. El francés, gran sacador y con experiencia en el césped, puso contra las cuerdas al español, pero este acabó ganando y aprendiendo una gran lección: su espíritu intenso debía ser amarrado sobre la hierba.

Sabedor ya de lo que le podría llevar a lo más alto, Alcaraz no volvió a dudar. No cedió un solo set más hasta que abrazó el título y demostró un repertorio de golpes y acciones a la altura de los más grandes.

Por momentos, sus voleas en la red hicieron recordar las mejores tardes de Federer sobre el manto verde del All England Club. Asimismo, su capacidad de resistencia y juego desde fondo de pista rememoró al mejor Nadal en la superficie en la que más sufría.

Pero si hubo un jugador al cual emuló, fue a Djokovic. El serbio, uno de los mejores tenistas sobre hierba en toda la historia, se desliza sobre el 'pasto' como si de arcilla se tratase. Alcaraz, en la ya pasada edición de Queen's, mostró una movilidad similar al balcánico, frenando cuando debía, pero fluyendo de tal forma que las derechas le corrían como si quisiera faltarle el respeto al césped.

«Ahora vamos a intentar cumplir nuestro sueño, que es ganar Wimbledon». La ambición de 'Nole' también la ha aprendido bien.