Los vecinos de Santa Olalla difundían el mismo día 19 que las abundantes precipitaciones previstas habían cristalizado con la cifra excepcional de 115 litros por metro cuadrado. A un puñado de kilómetros vive Francisco Reyes, el propietario de un chalé a 50 metros de la A-5, en el término municipal de Otero. La noche no permitía ver claramente el cauce de un aliviadero de la autovía convertido en un quebradero de cabeza. «Casi casi se desbordó. Faltaban cuatro o cinco dedos», explicaba a este diario aún angustiado.
Las devastadoras consecuencias de la DANA de septiembre ha traído aparejada una tensión por la posible repetición de los graves episodios. La amenaza anunciada del viernes movió incluso a ayuntamientos como el de Magán a repasar las limpiezas de la Confederación Hidrográfica del Tajo para prevenir desbordamientos.
Pero el miedo se ha afianzado, y con razón. Francisco se queja de que el arroyo que desbarató sus dos coches y arrasó la protección de su parcela en la DANA de septiembre sigue sucio. Nadie ha intervenido para intentar frenar la amenaza del agua. «Estaba temblando el jueves», asegura este hombre que reside en esa vivienda desde 2008. Ha tasado los daños en 10.000 euros, incluidos sus dos coches viejos. Ahora, ha comprado obligado uno de segunda mano para poder desenvolverse.
Francisco, un administrativo informático jubilado de 75 años, se ha dirigido a la Junta de Comunidades, pero de allí le han remitido a la Confederación Hidrográfica del Tajo, organismo dependiente del Gobierno de España que le genera escasa confianza. Por su parte, explica que el Ayuntamiento de Otero y SantaOlalla han escrito también a la institución de la cuenca para expresar la necesidad de la limpieza de los cauces. El vecino cree que el aliviadero de la A-5 recibe también agua de otros arroyos de la zona.
Francisco tramita ahora la compensación económica de los daños. La última comunicación del Consorcio de Compensación de Seguros indicaba que había contabilizado provisionalmente unos 17.000 siniestros de inundación vinculados a la DANA del 3 de septiembre, con un coste de entre 100 y 115 millones de euros. Hasta el 13 de septiembre, el Consorcio de Compensación de Seguros había recibido 12.363 solicitudes de indemnización, de las que destacaban 7.173 que corresponden a la provincia de Toledo. La zona más castigada se correspondía con la comarca de La Sagra y Torrijos. De los municipios más afectados, Escalona es el más cercano a Otero, a una distancia de unos 20 kilómetros.
Los datos de la estación del Servicio Integral de Asesoramiento al Regante (SIAR) de Las Vegas y San Antonio (La Pueblanueva), el más cercano a Otero, registró 56,4 litros por metro cuadrado el 3 de septiembre. Se trata de un servicio de la Consejería de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural, en colaboración con la Universidad de Castilla-La Mancha, con 10 estaciones de medición por toda la provincia que evidenció lo extraordinario del fenómeno meteorológico con precipitaciones de hasta 160,8 litros por metro cuadrado en Magán.
Como Francisco Reyes, más vecinos suyos pertenecientes al término de Otero resultaron perjudicados por la DANA del 3 de septiembre, un drama que continúa y trae de cabeza a miles de vecinos de la provincia.