La selección española masculina de fútbol repetirá presencia en la 'Final a Cuatro' de la Liga de Naciones después de sacar la victoria que necesitaba para sellar su billete tras imponerse por 0-1 a una Portugal que gozó de las mejores ocasiones, pero que fue castigada por su decisión de especular en el tramo final con un gol de Álvaro Morata en el minuto 89.
El delantero madrileño empujó a la red una asistencia de cabeza de Nico Williams tras un buen centro de Dani Carvajal para dar un triunfo muy sufrido y que casi siempre estuvo más cerca de los de Fernando Santos, que se chocaron con un inspirado Unai Simón, felino en todas las distancias para solventar otra noche poco firme atrás.
El guardameta vizcaíno fue clave para que su equipo llegase vivo al último cuarto de hora donde los de Luis Enrique Martínez dominaron por fin y sacaron petróleo para romper la racha de empates con su vecino, unirse a Italia, Croacia y los Países Bajos y reforzarse en lo anímico para la Copa del Mundo de Catar.
Morata mete a España en la fase finalEl seleccionador renovó mucho su once respecto al sábado y sólo mantuvo, además de a Unai Simón, a Pau Torres, Ferran Torres y Pablo Sarabia, para intentar mejorar las prestaciones, pero la medida no tuvo demasiado resultado y otra vez estuvo demasiada errática y poco afilada en ese último tercio como ante Suiza.
Rodri, Koke y Carlos Soler ofrecieron despliegue, pero el combinado nacional echó de menos algo más de velocidad y precisión en sus posesiones para desarmar a una Portugal bien plantada, sin ofrecer demasiados resquicios y siempre peligrosa con su fútbol más vertical y la velocidad de Bernardo Silva y Diogo Jota, compañeros de un motivado Cristiano Ronaldo.
A los de Fernando Santos le costó más construir desde atrás y una buena prueba fue quizá la mejor ocasión visitante. Una buena presión en banda provocó el error local y la pelota acabó llegando a Sarabia en muy buena posición, pero no estuvo demasiado rápido y su intento de remate colocado lo taponó la defensa.
Morata mete a España en la fase finalEspaña quería tener el control y ni siquiera cuando era presionada arriba optaba por el pelotazo, lo que le provocó algún susto innecesario, pero le faltaba la 'chispa' que sí le ponía en sus acciones una Portugal que poco a poco fue llevando el partido a su terreno y que gozó de las mejores ocasiones.
Ruben Neves, en un potente disparo desde fuera del área, probó los guantes de Unai Simón, que elevó sus prestaciones y su rapidez de reflejos para hacer una parada de mucho mérito a Diogo Jota tras una rápida transición. Otro potente disparo desde fuera de Bruno Fernandes, con el efecto óptico haciendo creer incluso en el golazo, cerró el mejor tramo 'tuga'.
España se rehizo, pero desaprovechó en los compases finales dos buenas transiciones demostrando ese déficit que arrastra y que suele pagar caro. Pese a ello, la primera solución de Luis Enrique tras el descanso fue meter a Busquets por el amonestado Guillamón y colocar a Rodri de central.
Portugal volvió a dar un serio nada más salir de vestuarios. Un error de Carvajal le dejó la pelota a Diogo Jota que metió un buen balón a Cristiano que no pudo superar en su rápida salida a un otra vez decisivo Unai Simón. Los de Fernando Santos comenzaron mejor y continuaron maniatando a la 'Roja', incapaz de encontrar su ritmo y de reducir sus imprecisiones.
El técnico asturiano buscó soluciones con la entrada al unísono de Pedri, Gavi y Yéremi Pino para hacer algo de daño a un rival que con el paso de los minutos iba prefiriendo ceder metros para buscar sorprender a los espacios que tenía que dejar la triple campeona de Europa si quería optar a la 'Final a Cuatro'.
Pero llegaron de nuevo los sustos. Carvajal sacó por intuición un remate que iba dentro de Rúben Dias tras una falta lateral y Gayà le quitó un balón a Cristiano delante de Unai Simón para mantener con vida a los españoles, cuya réplica fue de menor peligro, con dos flojo disparos de Morata y de Nico Williams, última 'bala' de Luis Enrique.
Esos disparos animaron por fin a la 'Roja' que, con una marcha más, se fue a por la victoria y Diogo Costa tuvo que meter ahora sí una buena mano al delantero del Atlético, protagonista decisivo con su gol en el último suspiro que castigó la poca ambición local, que aún tuvo una más en las botas de Cristiano Ronaldo, de nuevo frenado por Unai Simón.