Lunes, más de 30 grados a media tarde y, pese a ello, el recinto ferial de la Alameda se llenó ayer de público con motivo de la celebración del Día del Niño. El cierre de San Mateo 2023 reunió a multitud de talaveranos en este céntrico punto para despedirse de los festejos de septiembre en este día que, para muchos, es el más especial.

Es el caso sobre todo de los más pequeños, a quienes se dedica esta jornada en la que las casetas hosteleras de las plazas de la Comarca y de la Juventud así como la del resto de paseos -a excepción del central- están ya cerradas. Toman entonces el protagonismo absoluto las atracciones, donde, además, los precios se reducen para animar a la ciudadanía a aprovechar este último día que estarán en la ciudad.

En esta ocasión, la rebaja ha sido de media un euro, pasando a costar 3 euros el viaje en uno de los clásicos de todas las ferias, el Canguro Loco, y 2,50 euros las atracciones para los más pequeños, como castillos hinchables.

Tal y como indicó un feriante a La Tribuna, este descuento no se ha podido hacer mayor este año por la subida de precios que ha habido en todos los sectores, algo que también afecta al suyo y, por extensión, al precio de sus entradas.

Otros comerciales feriantes han optado por mantener los precios que en el resto de jornadas de San Mateo, pese a lo cual han seguido captando la atención del público, animado por los premios a conseguir en atracciones como los tiros a portería, con vales acumulables para seguir sumando puntos y alcanzar la recompensa deseada. Balones, bufandas, mochilas y llaveros de los distintos equipos de fútbol españoles han sido los más reclamados de nuevo en esta edición dedicada a San Mateo.

En otros casos sí se ha hecho alguna oferta «para que todos jueguen», como decía uno de los feriantes desde su puesto de carreras de camellos, otro de los más veteranos en las ferias talaveranas y que suele tener muchos seguidores, como también sucedió ayer.

El calor hizo que muchos esperaran a que cayera el sol para acercarse a disfrutar de este espacio, donde también se puede encontrar picoteo y bebidas como vino dulce en esta última jornada ferial. Patatas asadas, hamburguesas, perritos calientes, kebaks, patatas fritas, berenjenas, aceitunas, helados, gofres, buñuelos y algodón dulce fueron, entre otros productos, la merienda y la cena ayer de muchos talaveranos en este otoño recién estrenado.

Abuelos, padres, hijos y nietos salieron juntos a disfrutar de este Día del Niño, algo que se dejó notar en la afluencia de personas a lo largo de la tarde y la noche. El regreso fue escalonado y seguro que más cansado que la ida, aunque con la alegría de haber podido pasar una velada más de ferias, algo que no se repetirá ya hasta mayo.