La prueba del gasóleo

Jorge Fraguas
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Parte del protocolo del Grupo ROCApasa por el análisis del gasóleo de los vehículos, puesto que uno de los productos que más se hurtan es el gasóleo agrícola

La prueba del gasóleo

Uno de los elementos que sirve a los agentes del Grupo ROCA para avanzar en sus investigaciones es la realización de controles en carretera para no sólo para poder comprobar la carga de los vehículos -que suele ser negativa porque los hurtos se cometen en mayor medida de noche- sino para analizar el gasóleo gracias al cual circulan.

Hace unos días, uno de estos controles se realizó en una rotonda a la salida de La Puebla de Montalbán, en dirección a San Martín de Montalbán, una zona donde se tiene acceso a varios caminos que conectan con varias fincas, y La Tribuna fue testigo del control realizado a un vehículo que dio positivo en el uso de gasóleo agrícola.

La prueba es muy sencilla y pasa por la toma de una muestra a través de un tubo de plástico. No es necesario realizar ninguna prueba porque el gasóleo agrícola, al estar bonificado, tiene un tinte rojo que permite a simple vista certificar que se trata de este tipo de combustible. El dueño del vehículo, como suele suceder, comentó que era la segunda vez que ponía este tipo de gasóleo, alegando las dificultades económicas que, por otro lado, afectan al resto de los mortales.

Una vez que se comprueba el uso fraudulento del gasóleo se procede a tomar tres muestras, que se sellan y se envían a Hacienda, que es quien se encarga de gestionar la sanción.

Lo útil de esta prueba es que permite abrir una investigación a los agentes por si el infractor pudiera haber robado combustible en alguna explotación, algo que se ha convertido en habitual, además de los consabidos hurtos de animales y de aperos de labranza que posteriormente se venden en las chatarrerías.

De esta forma, en ocasiones, haber pillado a alguien usando el combustible destinado a los vehículos de uso agrícola ha permitido conectar al infractor con alguna organización o banda que se estuviera dedicando al robo de gasóleo o que, aprovechando el hurto, también se llevaron combustible, avanzando en las investigaciones para esclarecer los múltiples robos que tienen lugar cada día en el conjunto nacional, porque este tipo de controles se dan en todas las comunidades, pues el protocolo de actuación no suele variar de unos sitios a otros.

Sin olvidar que estos controles a veces conllevan ‘sorpresas’ que también son notificadas. En ese control de hace escasos días en el entorno de La Puebla de Montalbán, por ejemplo, se pilló a un vehículo con hachís en su interior, y aunque no se buscaba droga, al final se tiene que notificar, colaborando así con el conjunto del Cuerpo, ya que los ROCA también se sirven del trabajo del resto de departamentos.

Con el informe elaborado por los agentes, los profesionales que se dedican a la investigación engrosan su base de datos, ampliando la lista de posibles sospechosos.

Son controles que apenas se prolongan por espacio de 30 o 40 minutos, ya que la presencia de, como era el caso del otro día, dos patrullas en la rotonda, genera que los conductores se vayan avisando unos a otros, por lo que el factor sorpresa resulta fundamental.

Según explican fuentes de la Guardia Civil, tradicionalmente el «99 por ciento» de los casos -porque estas pruebas se han hecho siempre- terminaba con un simple fraude. Actualmente el porcentaje de fraude sin más sigue siendo muy alto, desde luego la mayoría, pero en ocasiones sí ha permitido esclarecer algún caso de robo agrícola.