«La ópera es refinada, no elitista, y eso hay que diferenciarlo»

c.m. | TOLEDO
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El tenor pone la voz, en este ‘Otello’ a Casio y lo hace con la satisfacción de formar parte de un montaje que destaca «por la calidad y la emotividad» contenida en la música de Verdi y en el drama de Shakespeare. Miguel Borrallo, que aprecia que ya sólo por la unión de «dos grandes monstruos» esta ópera merece la pena, es tajante al afirmar que la ópera «hay que disfrutarla en vivo».

¿Qué ofrece este ‘Otello’?

El ‘Otello’ es una de las grandes óperas de la historia de la ópera, es una obra culmen y difícil que necesita de cantantes con experiencia y muy preparados. Esta pieza es muy compleja para todos los personajes y para todos los que participan en escena. Tenemos la suerte, en esta obra, de tener la mano especial de dos grandísimos de la historia de la cultura, la música de Verdi y el drama de Shakespeare, que fueron excelentes en su trabajo.

¿Qué caracteriza a esta ópera?

Que es de una emotividad y fuerza impresionante. Aunque no entiendas de ópera te llega y te sorprende porque la historia es desgarradora y actual, los celos siempre están ahí.

Lo bueno de esta versión también está en la presencia de solistas de mucho nivel. Carlos Moreno, un tenor español de gran proyección internacional que hace muy bien roles dramáticos, Pedro Carrillo, un barítono venezolano que vive en Florencia y al que el papel le va perfecto porque es un barítono verdino. Y luego Rodica Picirenau, que es una soprano fantástica, y un servidor, por no hablar del extraordinario director Nicolae Dohotaru. En este tipo de obra es importante un director con experiencia, eso otorga una continuidad muy segura

¿Por qué la ópera sigue siendo minoritaria?

La ópera necesita de un acercamiento de la persona, no entra de forma comercial porque el producto no lo es. La ópera está hecha para personas con una cierta formación, eso no significa que no le vaya a gustar a la persona que no tenga esa formación, pero se tiene que hacer un esfuerzo, pequeño, de curiosidad. Lo importante es que las primeras óperas que se vean sean de las grandes óperas de la historia, y el ‘Ottelo’ es una de esas opciones porque la música y el drama van juntos.

Lo que tiene la ópera es que es siempre ves más de lo que vas a ver en una pieza de teatro o en un concierto, estas viendo todo junto, y la emotividad es inmensa, pero hay que ir a verla.

¿Cómo hay que ir a ver la ópera a un teatro?

La ópera hay que verla en vivo, no es lo mismo verla en vídeo. Ahora está de moda ir a ver una ópera, por ejemplo del Metropolitan al cine, para mí eso es un error. Hay que verla en directo, y lo ideal es elegir una con buenos intérpretes, sino los tiene es un horror. Hay que exigir intérpretes de calidad, lo importante es eso, cantantes que den a la ópera el nivel que necesita.

Pero el espectador sigue teniendo algunas reticencias a la hora de asistir a la ópera.

Es probable que esas reticencias vengan de la falta de calidad en lo que han visto. Si no han visto ninguna es culpa de ellos. A mí no me gusta el fútbol, pero he ido a ver algún partido y lo he probado.

¿Cómo se podría cambiaresta realidad?

Hay que realizar una inversión, también publicitaria, y los medios deben hacer un esfuerzo por hacer llegar la cultura porque ahora está muy maltratada y sin este apoyo la cultura muere de hambre, porque hay que llenar los teatros. En este país la ópera no está muy de moda, de hecho nunca está de moda pero siempre lo está porque se sigue haciendo.

¿Qué opina de los que piensan que la ópera es elitista?

No es elitista, es refinada, que es muy diferente. Hay que diferenciar la palabra elitista de la palabra refinada. Hay joyas que son elitistas porque para tenerlas hay que pagar un dineral, pero hoy se puede ir a la ópera por ocho euros. Eso no es elistista, hay que eliminar esa palabra de la ópera porque es muy antigua y porque, además, no es verdad. Antes había teatros para el pueblo y ‘La flauta mágica’ se estrenó en un teatro para el pueblo, y es una de las grandes óperas. Es falta de información y falta de conocimiento.

¿Qué se pierden los que no hacen ni el intento de disfrutar de una ópera?

Obras de gran categoría, de gran belleza, emotividad y fuerza. Y vuelvo a repetir que este tipo de matices no se perciben a través de una pantalla. El golpe de la orquesta te llega al alma, la música que narra, la respiración que se ralentiza, eso no llega en una película. La música tiene pulsos y eso no se vive en una grabación.

¿Es importante trabajar con los más jóvenes ?

Sí, lo es. Yo voy a cantar en pocas semanas una obra infantil en el Teatro de la Zarzuela. Pero pienso que este tipo de apuestas están un poco orientadas a hacer cosas para los niños, y los niños deben ver óperas. He ido desde que soy niño a ver ópera y zarzuela, lo importante es saber que no se van a aburrir porque un buen cantante capta la atención y te tiene en vilo dos horas.

¿Trabaja más fuera de su país que dentro?

En mi caso ahora no, pero es cierto que en España todavía existe el complejo de no llamar a españoles porque parece que da más nombre traer extranjeros, y en ocasiones es al revés porque hay cantantes españoles de gran calidad. Lo que tiene que primar es la calidad del artista y acabar con esos complejos. Hay que apoyar a los cantantes de aquí, pero en este país siempre ha habido este problema. Es un pena que fuera haga protagonistas y aquí no,  pero ya llegará el momento.