La UCLM estrena este curso dos documentos que todo estudiante debe conocer para saber a qué enfrentarse si trata de ir por la vía fácil del plagio o si incumple algunas de las normas que todo universitario debería de saber. Se trata de documentos que desarrollan la ley 3/2022, recopilando, como normas de convivencia, una serie de reglamentos y protocolos que estaban ya en vigor en la UCLM y que se suman a un reglamento disciplinario de la Universidad, con la calificación de distinta gravedad de ciertas acciones. El texto aborda normas básicas, de promoción de la igualdad o que buscan evitar el fraude en las aulas.
En definitiva, implica conocer a qué se enfrentarán los alumnos ante un caso de acoso, por novatadas, o a qué se podrán enfrentar en caso de que les pillen copiando. También se incluyen aspectos como silenciar los móviles en clase, no grabar a los profesores sin consentimiento o respetar la institución y los medios materiales de la UCLM. Unas normas a las que se suma la disciplina, donde, por ejemplo, el acoso se considera como falta muy grave, así como el plagio en trabajos de fin de grado, motivos que podrían llevar a la expulsión o la pérdida de la matrícula.
El texto busca la «prevención», argumentó la secretaria general de la UCLM, Isabel Gallego, en una conversación con La Tribuna, donde recordó que este texto no surge de la nada, sino que de esos reglamentos previos de los que se hace eco. «Hemos apostado por unas normas con el valor fundamental del respeto al ejercicio de los derechos y libertades constitucionales, a la universidad o a los derechos de propiedad intelectual», en el caso de la formación académica.
Hay que tener en cuenta que más allá del aspecto disciplinario y de la normativa, las normas aprobadas y que entran en vigor este curso incluyen como novedad la figura de la mediación en la resolución de conflictos en la UCLM. «Esto es novedoso porque se crea una comisión de convivencia con PAS, PDI y estudiantes» y luego se crea un registro de personas mediadoras, con formación especializada, y ante cualquier conflicto. «Esto no lo teníamos» y será un complemento a la defensora universitaria, con la que cuenta la UCLM, ofreciendo «una vía más de resolución de conflictos».
«Va a tener un impacto favorable porque garantiza mayor seguridad» y da un régimen sancionador más claro a los estudiantes de la UCLM, donde «no hay problemas gravísimos, pero está bien que cuando los haya se puedan corregir».