La experiencia que el profesor Fernando López Luengo atesora en sus más de 30 años como docente, sirve de base para la recopilación y realización de la obra «El problema del amor». 

A ello le suma las entrevistas personales que ha hecho a personas en diferentes situaciones sentimentales, desde la soltería al matrimonio. De ahí sale una obra que pretende «poner una pequeña lucecita en el interior de la conciencia, para que cada uno empiece a entender los mecanismos inconscientes del amor».

En ella, López Luengo, se apoya en reflexiones que pueden ser bastante comunes y habituales, llegando incluso a ser familiares para el lector con la finalidad última  de  analizar todo lo que concierne al proceso de «amar» y lo que ello conlleva.

Este breve ensayo, presentado en la tarde de ayer en el Castillo de San Servando, analiza el amor y la afectividad en sus diferentes estadíos y etapas, tomando como base la psicología, la espiritualidad y la neurociencia.

Para ello, se apoya en reconocidos referentes en estos campos como Mª José de Ben, José Rivera o Juan José Rubio, entre otros, además de sus estudios propios en estos ámbitos y la experiencia derivada del paso del tiempo y maduración de ideas y conceptos, para poseer una mayor claridad en cuanto al afecto más universal se refiere.

Sin duda, un rasgo que caracteriza a la obra es la facilidad con la que el lector «podrá sentirse identificado», puesto que tal y como el propio autor indicaba, la verosimilitud de lo que se cuenta, hace que las realidades sean palpables.

Las relaciones entre las limitaciones y vínculos amorosos y psicológicos quedan patentes ya que «las insuficiencias en nuestro psiquismo actúan como obstáculos para el amor. Y las carenencias en el amor delatan las lagunas de nuestro psiquismo» como indica López Luengos.

Surgido a partir de «las peticiones» que recibía tras impartir conferencias, su idiosincrasia radica en el hecho de que «para poder plantearse el amor hacia otra persona es necesario amarse a a uno mismo», de este modo las «deficiencias que posee la sociedad» lleva a la imposibilidad de «dar una respuesta coherente a estos afectos», y menciona el caos social y las «posibles faltas» como causantes de la dificultad a la hora de encontrar respuestas coherentes a la problemática derivada de las tesituras amorosas.

La psicología juega un papel fundamental puesto que como en el propio libro se recoge, explicar cómo se configura esa afectividad, para comprender el crecimiento de las personas, surgiendo de ahí la posibilidad del amor, ya que «el amor en pareja solo es posible cuando se supera la fase de maduración afectiva», todo ello mediante la elevación de la psicología a sus niveles superiores.