F. J. R./ toledo

El nuevo adjudicatario del contrato de parques y jardines deberá hacerse cargo a su vez de la conservación de las redes de riego de las distintas zonas verdes y de las fuentes ornamentales y beberos que contengan. Así se estipula en el pliego de condiciones de la nueva licitación y así deberá cumplirlo la empresa que quiera hacerse con el servicio durante los próximos 5 años, tres de contrato con opción a dos años más en prórrogas.

El adjudicatario será el único responsable de esas instalaciones y, por tanto, correrá con la mano de obra, materiales y herramientas, analítica, seguros, impuestos, gestión de residuos, y de cualquier otro tipo de gasto derivado de su mantenimiento, tanto preventivo, de cara a evitar daños por bajas temperaturas o controlar que no haya legionella en las fuentes destinadas a consumo humano, como correctivo, entendido este último aspecto como todo tipo de averías y desperfectos ocasionados por obras de terceros, averías, vandalismo, robos o posibles hurtos.

 Además, la empresa adjudicataria deberá presentar anualmente durante la vigencia del nuevo contrato un programa de mantenimiento de cada fuente ornamental de las incluidas en las zonas verdes. Eso incluye, entre otras cosas, elaborar un esquema de funcionamiento hidráulico de esas fuentes, revisar todas las partes de la instalación y proceder a la analítica y el control de los parámetros de calidad del agua.

También se tendrá que dejar constancia por escrito de las operaciones realizadas en esas fuentes. Un control a modo de registro en el que se detallarán los productos utilizados en las fuentes, especialmente los biocidas.

El Ayuntamiento exige en este nuevo pliego que todo el personal que trabaje en operaciones de mantenimiento higiénico-sanitario realice los cursos de formación estipulados por el Ministerio de Sanidad.

De no cumplirse con estas medidas, la empresa adjudicataria podría ser objeto de deducciones en las cantidades económicas acordadas en el contrato.

El nuevo contrato establece que se han de cuidar las fuentes ornamentales del Parque de la Luz, en el Polígono, así como la del parque de Safont, hoy en día totalmente abandonada, y la del parque del Crucero. También se incluyen dos fuentes ornamentales del parque de Bélgica, otras dos en el parque de las Tres Culturas y cuatro en la zona de la Vega. En total, 11 fuentes con carácter decorativo que ahora pasarán a depender de la adjudicataria de los parques.

El apartado de bebederos, o fuentes destinadas a consumo humano, destaca que en Toledo existan 61 de ellas. El parque Lineal del Polígono residencial es la zona que más acumula, con 10 puntos de agua en total, mientras que hay 7 más de ellas en los llamados parques interbloques que hay diseminados por ese mismo barrio.

La mayor superficie ajardinada de la ciudad, el parque de las Tres Culturas, presenta cinco fuentes, mientras que en la avenida del Madroño de Valparaíso hay instaladas cuatro.