El pinchazo de la burbuja inmobiliaria se expresa de forma muy clara en las cifras de la construcción  en Talavera. La brutal caída de actividad que se produjo en 2008, en plena crisis económica, no tocó suelo hasta 2013, cuando el Ayuntamiento tan solo registró seis licencias de obra en todo el año. Nada que ver con las 1.551 que se habían concedido diez años antes, en 2003, ni con las 1.302 licencias que se registraron el último año de bonanza, en 2007. A partir de 2014 se observa una recuperación, aunque muy limitada y muy alejada de los mejores años del sector de la construcción en Talavera. En 2017 se registró la cifra de 198 licencias de obra, la mejor desde que comenzó la crisis, que cayó a 125 un año después. El año pasado se habían tramitado 39, si bien no son datos del año completo. El informe califica de «desmesurada» la caída que se produce en 2011, ya que se pasa de 164 licencias a 18. 

La caída afecta tanto a vivienda libre como a la protegida, al igual que a las naves de uso industrial. En 2003, el mejor año para estos desarrollos, se contabilizaron 60 licencias de obra, frente a las dos que se recogieron en 2018 o 2019. Aunque elpeor año ha sido 2013, donde no se tramitó ni una sola licencia de naves industriales. 

El informe aprecia una «muy leve recuperación del mercado inmobiliario» a partir de 2016, aunque advierte que las tablas sobre la actividad del mercado inmobiliario pueden ser erróneas, ya que, apunta, «dicho mercado puede estar activándose de forma más pronunciada y no quedar reflejado en dichas estadísticas». Un fenómenos que vendría dado porque la oferta inmobiliaria se estaría nutrindo todavía de la bolsa de viviendas construidas durante el boom y que quedaron vacías, en su mayor parte en manos de entidades financieras.