Las últimas horas de Don Giovanni

Agencias
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El Teatro Real estrena esta ópera de Mozart como metáfora de dolor y sufrimiento, pero también como esencia de vida plena y belleza

Claus Guth, director de escena (d), durante un ensayo de la escena de ‘Don Giovanni’.

Pocos contextos como el actual, con la muerte cerniéndose sobre nosotros en medio de una pandemia, podrían hacer entender mejor los impulsos del personaje central de Don Giovanni de Wolfgang Amadeus Mozart, que llegará al Teatro Real el próximo 18 de diciembre con su montaje más icónico de las últimas décadas. Se trata de una producción de la Staatsoper de Berlín que recupera las dos últimas horas de este don Juan herido de muerte, que acude a un tenebroso bosque para calmar su dolor.

Con dirección musical de Ivor Bolton y dirección escénica de Claus Guth -que ya puso en pie esta producción para el Festival de Salzburgo de 2008-, el Don Giovanni del coliseo madrileño se adapta a la segunda versión que hizo Mozart para esta obra, la de Viena en 1788.

«Siempre me pregunté por qué Don Giovanni sufre tanta presión para conseguir el amor y no lograrlo. Aquí el protagonista trata de extraer a la vida y al amor lo máximo posible porque sabe que morirá y el tiempo es limitado», explicó el propio Guth durante la rueda de prensa de presentación.

Un momento de la preparación de la obra de  Wolfgang Amadeus Mozart que se estrena el 18 de diciembre en el coliseo madrileño. Un momento de la preparación de la obra de Wolfgang Amadeus Mozart que se estrena el 18 de diciembre en el coliseo madrileño. Es por ello que decidió que en su montaje Don Giovanni fuese herido de muerte en un duelo y sea consciente de que solo le quedan dos horas de vida. «Trata de inhalar lo máximo que pueda la belleza y se hace una pregunta ¿Cómo abordamos la vida cuando nos damos cuenta de su finitud?», se cuestionó.

La escenografía que se encontrarán los espectadores es la de un bosque en la que el don Juan se adentra «como un animal moribundo buscando en lo más profundo el lecho de muerte». No obstante, la atmósfera que se crea con esta naturaleza mágica también afectará a otros personajes, como doña Elvira y doña Ana.

«Ellas se vuelven adictas a Don Giovanni, pero es que al entrar al bosque surgen las emociones ajenas a la conciencia. El hombre en el bosque, de noche, nunca se siente cómodo y todos estos personajes entran en un túnel de emociones profundas», explicó el director de escena.

La dirección musical corre a cargo de Ivor Bolton.
La dirección musical corre a cargo de Ivor Bolton.
No obstante, Guth defendió también el otro lado de ese paraíso natural, dependiendo de cómo se mire -para Elvira es «su enemigo, que le pone al borde de la locura», mientras que la «rica y mimada» doña Ana explora su «vida interior»-.