Diego Merino no se cansa de repetir que la palabra que mejor define a su equipo es «competitivo». Para el entrenador del CD Toledo, la victoria en la Ciudad Deportiva Andrés Iniesta fue el partido «perfecto». Y es que, sabía que «iba a ser largo» y que había que adaptarse «a los diferentes momentos». Por eso, insiste en que volvieron a mostrarse «tremendamente fiables», algo a lo que da mucho mérito, después de once encuentros sin conocer la derrota.
Desde su punto de vista, cuajaron «una gran primera mitad» y destaca que el rival les buscó la espalda constantemente. Ya en la segunda, cuando el cuadro verde pasó a tener menos balón, ante la ausencia de recambios ofensivos, dice el extremeño, tiró de Jaime Hoyuela para hacerse «más fuertes por dentro», así que se alegra «enormemente» por el cántabro, autor del gol.
Por lo demás, considera que cada partido trae algo distinto y que, en este, era fundamental «no perder el orden» ante un rival que es «muy rápido en las transiciones». El de Mérida se acordó de los que «no creían» y recuerda que ahora, el CD Toledo depende de sí mismo. «La situación era muy complicada y hemos vivido tres meses con el agua al cuello, así que estamos acostumbrados a vivir al límite», agrega.
Por eso, Merino ya puesto los cinco sentidos en el encuentro del domingo en en casa (18:00 horas) frente al CD Quintanar del Rey. «El rival tiene que darse cuenta de que es imposible ganar en nuestro campo», dice. Por eso, y porque «es para estar orgullosos de estos jugadores», pide a los aficionados que «reventemos el Salto del Caballo», ya que «es muy grande lo que están haciendo, y todavía queda lo mejor».
El técnico verde sigue por este camino y piensa que «todos juntos podemos hacer algo grande». Y es que, como continúa diciendo, «en el campo podremos estar más o menos acertados, pero en actitud no vamos a fallar a la gente; se merecen que hagamos algo grande». Por lo demás, Diego Merino felicitó al CD Marchamalo y al Calvo Sotelo Puertollano por su «temporada extraordinaria» que ha redundado en el ascenso a Segunda RFEF. Sin embargo, devuelve la mirada a sus intereses, así que mantiene la ilusión de «pensar que lo mejor está por llegar».