La Junta recurrirá el nuevo plan del Júcar si no hay cambios profundos

Maite Mnez. Blanco/ Albacete
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El director de la Agencia del Agua coincidió en su reunión con los regantes de la Mancha Oriental en que meter en la demarcación otras cuencas, como la del Turia, es «hacer trampa»

El cambio propiciado por las urnas ha devuelto el entendimiento entre el Gobierno de Castilla-La Mancha y la Junta Central de Regantes de la Mancha Oriental. Regantes y gobierno autonómico coinciden ahora en oponerse al documento de revisión del Plan Hidrológico del Júcar que se votará el próximo día 3 de septiembre en el Consejo del Agua de la Demarcación.

El director de la Agencia Regional del Agua, Antonio Luengo, adelantó ayer en Albacete que si se aprobase el plan tal y como está, lo más probable es que acudan a los tribunales. «Nosotros vamos a seguir con nuestras reivindicaciones, lo primero es hablar y negociar, pero si no se responde a nuestras expectativas tendríamos que hacer un estudio jurídico pero, casi con toda seguridad, lo recurriríamos», declaró Luengo que ayer se reunió con los regantes manchegos en la sede de la Junta Central.

Hay que recordar que el Plan Hidrológico del Júcar 2009-2015 en vigor se publicó hace poco más de un año, en julio del 2014. Esa revisión acumuló un retraso de cuatro años y medio debido a la controversia entre Castilla-La Mancha y Valencia sobre los límites y territorios que debían incluirse, o no, a la demarcación del Júcar. Esta tardanza dio lugar a que se solapase con la revisión actual que debe estar terminada antes del 31 de diciembre del 2015.  

La posición de Castilla-La Mancha ante el Plan del Júcar ha variado con la derrota del PP y la entrada en el Ejecutivo del PSOE. Los regantes manchegos aplauden este cambio. «Ahora nos sentimos respaldados, antes la Junta  votaba en contra de lo que nosotros apoyábamos», explicó Francisco Belmonte, presidente de la Junta Central de Regantes de la Mancha Oriental, quien sugirió retomar como base para las negociaciones el Plan del Júcar de 1998, «aquel era un buen plan, porque nació con consenso, fuimos capaces de sacarlo por unanimidad».

La discrepancia fundamental viene por la demarcación de la cuenca. «No estamos de acuerdo con la estructura, con que se meta al Vinalopó y al Turia en la demarcación del Júcar, eso es hacer trampa», opinó Luengo. Los regantes coinciden en esta apreciación. «No se respeta la prioridad de la cuenca, lo que antes era un trasvase al Vinalopó ahora resulta que no solo se considera un trasvase, sino que se le concede una asignación que incluso está por delante del abastecimiento a Albacete», explicó Francisco Belmonte, quien consideró que llegar a este extremo «no solo es el colmo de la desfachatez, sino una ilegalidad y, lo peor de todo, una injusticia».