Con la vista puesta en la apertura de fronteras

C.S.Rubio
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El sector del turismo y la hostelería esperan que la apertura de las fronteras con Madrid sea pronto una realidad, si bien los malos datos de la comunidad vecina parecen haber enfriado las expectativas. Ya advierten de que "la Semana Santa será mala"

Con la vista puesta en la apertura de fronteras - Foto: Javier Pozo

Las expectativas de levantar el cierre perimetral de la región parecen haberse enfriado a causa de los malos datos epidemiológicos que aún persisten en la vecina Madrid. Una apertura que desde el sector turístico se esperaba como agua de mayo. Y es que, como apunta el presidente de la asociación de turismo rural Intur CLM, Juan Carlos Tebar, poder abrir las fronteras será clave para hablar de una posible recuperación del sector de cara a la primavera.

«Llevamos muchos meses sin reservas, la mayoría de nuestros clientes provienen de Murcia, Valencia o Madrid», explica Tebar a La Tribuna. «Desde noviembre la ocupación está bajo mínimos», se limita a los fines de semana y se sitúa entre el 10 y el 20 por ciento de media, «cuando lo normal antes de la pandemia era estar mínimo al 80».

Según recalca, el sector necesita ayudas directas «para poder mantener el tipo». Si bien aún no se puede hablar de cierres definitivos, «sí tenemos muchas casas sin actividad desde hace bastantes meses, que son cierres de facto».

La esperanza del sector está puesta en que esta primavera se recuperen los niveles del ocupación del verano pasado, «que fue bastante bueno», así como en aprovechar el reto de la pandemia para dar un giro a la promoción del turismo rural en la región. Como apunta Tebar, ahora es una actividad muy estacional, limitada a los fines de semana, puentes, Semana Santa, agosto y parte de septiembre, «habría que potenciar la captación de clientes fuera de temporada». Más aún si se tiene en cuenta que Castilla-La Mancha es un destino en alza. «Cada vez estamos mejor situados», se insiste desde Intur.

La hostelería también tiene la vista puesta en una posible apertura de las fronteras regionales. El presidente de la patronal del sector, Alfonso Silva, confía en que se produzca un relajamiento progresivo de las restricciones, tanto en el lo que respecta a lo que se puede hacer dentro de la comunidad (rebaja del toque de queda, aumento de los aforos en la hostelería) como de la posibilidad de recibir visitantes de fuera de Castilla-La Mancha.

Una apertura de fronteras que,  según Silva, serviría para que ciudades como Toledo y Cuenca «se animaran un poco». «Cualquier noticia que signifique una relajación de las medidas es una buena noticia, el sector está fatal y sin ayudas».

No obstante, pase lo que pase «la Semana Santa va a ser mala», advierte. «No es buen momento para planificar reservas», «la gente no tiene certezas» y «las procesiones, que son el principal reclamo turístico, se han suspendido».

A juicio de Silva, la recuperación de una cierta normalidad pasa, sí o sí, por aumentar el ritmo de vacunación. «Cuanta más personas estén vacunadas, más posibilidades tendrán de viajar y compartir con los demás».

La directora general de Turismo de Castilla-La Mancha, Ana Isabel Fernández Samper, prefiere no aventurar pronósticos de cara a Semana Santa. Todo dependerá de la situación epidemiológica. «Si los datos son buenos y la situación es favorable, podríamos recuperar la actividad y la movilidad, siempre teniendo en cuenta también la situación de Madrid», asegura.

No hay que olvidar aquí la alta dependencia del mercado madrileño, que supone el 25% del turismo que recibe la región. Por ello, «habrá que ver cómo está la situación allí para tomar decisiones aquí, lo que se ha conseguido hasta ahora no se puede perder, el objetivo es evitar una cuarta ola», insiste Fernández Samper.

Con todo, «las perspectivas son más favorables que las del año pasado» y la oferta y las empresas están más preparadas «para dar seguridad y tranquilidad a los clientes, sabemos ya lo que hay que hacer», aclara.

Además, «estamos trabajando en una campaña de promoción potente para competir por el turismo nacional y para animar al turista de Castilla-La Mancha a conocer la región», afirma la responsable regional de turismo. «Estos meses han sido el momento del turismo de interior, de conocer lo que tienes al lado y de buscar la reconexión con la naturaleza, lejos de las aglomeraciones, hemos pasado muchos meses encerrados».

Una nueva tendencia de «escapadas» que encaja bien con la oferta que ofrece Castilla-La Mancha. Para Fernández Samper, esta crisis «puede ser una oportunidad» para el sector, «para darnos a conocer y para fidelizar a mucha gente de cara a las próximas vacaciones». Ya no todo va a ser aglomeraciones y playa. Se verá.